Nehemías 3:20 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

²⁰ El tramo siguiente, es decir, el sector que va desde la esquina hasta la puerta de la casa del sumo sacerdote Eliasib, lo reconstruyó con entusiasmo Baruc, hijo de Zabay.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁰ Después de él Baruc hijo de Zabai con todo fervor restauró otro tramo, desde la esquina hasta la puerta de la casa de Eliasib sumo sacerdote.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁰ Junto a él estaba Baruc, hijo de Zabai, quien reparó con entusiasmo una sección adicional, desde el ángulo hasta la puerta de la casa de Eliasib, el sumo sacerdote.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁰ después de ellos venía Baruc hijo de Zabay, desde el ángulo de la muralla hasta la puerta de la casa del Sumo sacerdote Eliasib;'

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁰ Tras él, Baruc ben Zabay se apresuró a reparar el tramo que va desde este ángulo hasta la puerta de la casa de Eliasib, el sumo sacerdote.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁰ Después de él, Baruc, hijo de Zabay, trabajó en la restauración del tramo siguiente, desde el ángulo hasta la puerta de la casa del sumo sacerdote Eliasib.

Nehemías 3:20 Referans Kwoze

Esdras 10:28

De Bebay: Johanán, Jananías, Zabay y Atlay.

Nehemías 10:6

Daniel, Guinetón, Baruc,

Nehemías 13:28

A uno de los hijos de Joyadá, hijo del sumo sacerdote Eliasib, lo eché de mi lado porque era yerno de Sambalat el horonita.

Nehemías 13:4

Antes de esto, el sacerdote Eliasib, encargado de los depósitos del Templo de nuestro Dios, estaba emparentado con Tobías

Nehemías 3:1

Entonces el sumo sacerdote Eliasib y sus compañeros los sacerdotes trabajaron en la reconstrucción de la puerta de las Ovejas. La repararon y la colocaron en su lugar, y reconstruyeron también la muralla desde la torre de los Cien hasta la torre de Jananel.

Nehemías 3:21

El sector que va desde la puerta de la casa de Eliasib hasta el extremo de la misma lo reconstruyó Meremot, hijo de Urías y nieto de Cos.

Eclesiastés 9:10

Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en los dominios de la muerte, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría.

Romanos 12:11

Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu.