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Nahúm 1:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

8 Pero destruirá a Nínive con una inundación arrasadora; ¡aun en las tinieblas perseguirá a sus enemigos!

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

8 Mas con inundación impetuosa consumirá a sus adversarios, y tinieblas perseguirán a sus enemigos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Pero arrasará a sus enemigos con una inundación arrolladora. Él perseguirá a sus enemigos en la oscuridad de la noche.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Mas extermina a los que se alzan contra él, a sus enemigos los persigue hasta en la oscuridad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Pero con un cataclismo inundador hará desaparecer su° lugar, k Y perseguirá a sus enemigos hasta las mismas tinieblas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Kaf. Extermina a sus adversarios, lanza a las tinieblas a sus enemigos.

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Nahúm 1:8
26 Referans Kwoze  

El terror me ha sobrecogido; mi dignidad se esfuma como el viento, ¡mi salvación se desvanece como las nubes!


Da rienda suelta a la furia de tu ira; mira a los orgullosos y humíllalos;


Pero el camino de los malvados es como la más densa oscuridad; ¡ni siquiera saben con qué tropiezan!


Las estrellas y las constelaciones del cielo dejarán de irradiar su luz; se oscurecerá el sol al salir y no brillará más la luna.


¡Miren! ¡Ya viene el día del Señor —día cruel, de furor y ardiente ira—; dejará la tierra devastada y exterminará en ella a los pecadores!


Pondré como nivel la justicia y la rectitud como plomada. El granizo arrasará con el refugio de la mentira y las aguas inundarán el escondite.


Se anulará el convenio que hicieron con la muerte; quedará sin efecto su alianza con el sepulcro. Cuando venga la calamidad abrumadora, a ustedes los aplastará.


Miren, el Señor cuenta con alguien que es fuerte y poderoso: Este echará todo por tierra con violencia, como tormenta de granizo, como tempestad destructora, como tormenta de aguas torrenciales, como torrente desbordado.


y, clavando la mirada en la tierra, solo verán aflicción, tinieblas y espantosa penumbra; ¡serán arrojados a una oscuridad total!


Glorifiquen al Señor su Dios, antes de que haga venir la oscuridad y ustedes tropiecen contra los montes sombríos. Ustedes esperan la luz, pero él la cambiará en sombras mortales; la convertirá en densa oscuridad.


Luego dile: “Así se hundirá Babilonia y nunca más se levantará del desastre que voy a traer sobre ella”». Aquí concluyen las palabras de Jeremías.


»”Por tanto, así dice el Señor y Dios: En mi furia desataré un viento huracanado; en mi ira, una lluvia torrencial; en mi furia, granizo destructor.


Sus hijos se prepararán para la guerra, reunirán un gran ejército que, como una inundación, avanzará arrasándolo todo hasta llegar a la fortaleza.


Arrasará como una inundación a las fuerzas que se le opongan; las derrotará por completo, lo mismo que al príncipe del pacto.


»”Cuando llegue el tiempo del fin, el rey del sur trabará combate contra el rey del norte, pero este responderá a su ataque con carros y caballos, y con toda una flota de barcos de guerra. Invadirá muchos países y los arrasará como una inundación.


Después de las sesenta y dos semanas se le quitará la vida al Ungido y se quedará sin nada. La ciudad y el santuario serán destruidos por el pueblo de un príncipe que vendrá. El fin vendrá como una inundación, la destrucción no cesará hasta que termine la guerra.


»¿Y con todo esto no temblará la tierra? ¿No se enlutarán sus habitantes? Subirá la tierra entera como el Nilo; se agitará y bajará, como el río de Egipto.


Profecía acerca de Nínive. Libro de la visión que tuvo Nahúm de Elcós.


Nínive es como un estanque roto cuyas aguas se derraman. «¡Deténganse! ¡Deténganse!», les gritan, pero nadie vuelve atrás.


Él extenderá su mano contra el norte; aniquilará a Asiria y dejará a Nínive en ruinas, árida como un desierto.


Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, soplaron los vientos y azotaron aquella casa. Esta se derrumbó y grande fue su ruina».


Pero a los súbditos del reino se les echará afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y crujir de dientes.


Él guardará los pasos de sus fieles, pero los malvados se perderán entre las sombras. »¡Nadie triunfa por sus propias fuerzas!


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