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Miqueas 5:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

6 Ellos pastorearán a Asiria con la espada y a la tierra de Nimrod con la daga. Si Asiria llegara a invadir nuestro país, si llegara a cruzar nuestras fronteras, ¡él nos rescatará!

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Biblia Reina Valera 1960

6 y devastarán la tierra de Asiria a espada, y con sus espadas la tierra de Nimrod; y nos librará del asirio, cuando viniere contra nuestra tierra y hollare nuestros confines.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Ellos gobernarán a Asiria con la espada desenvainada y entrarán por las puertas de la tierra de Nimrod. Él nos rescatará de los asirios cuando desborden las fronteras para invadir nuestra tierra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Entonces el resto de Jacob será en medio de numerosos pueblos como rocío enviado por Yavé, como gotas de lluvia sobre el pasto, pues ya no esperarán más en los hombres ni pondrán en los mortales su confianza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Los cuales devastarán a cuchillo la tierra de Asiria, Y la tierra de Nimrod dentro de sus mismas puertas. Así nos librará del asirio cuando venga contra nuestra tierra, Cuando llegue a pisar los confines de nuestro territorio.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 El resto de Jacob será entonces, en medio de pueblos numerosos, como rocío que viene de Yahveh, como lluvia sobre la hierba, que no confía en el hombre, ni de los hombres espera nada.

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Miqueas 5:6
26 Referans Kwoze  

En tiempos de Pécaj, rey de Israel, Tiglat Piléser, rey de Asiria, invadió el país y conquistó Iyón, Abel Betmacá, Janoa, Cedes, Jazor, Galaad y Galilea, incluyendo todo el territorio de Neftalí; además, deportó a los habitantes a Asiria.


Cus fue el padre de Nimrod, conocido como el primer gran guerrero en la tierra.


Por eso el Señor envió contra ellos a los comandantes del ejército del rey de Asiria, los cuales capturaron a Manasés y lo llevaron a Babilonia sujeto con garfios y cadenas de bronce.


Hablaba yo y nadie replicaba; mis palabras hallaban cabida en sus oídos.


Tus tropas estarán dispuestas cuando manifiestes tu poder, ordenadas en santa majestad. De las entrañas de la aurora recibirás el rocío de tu juventud.


Que sea como la lluvia que cae sobre un campo segado, como los aguaceros que empapan la tierra.


Los pueblos los acogerán y los llevarán a su lugar. Los israelitas los tomarán como siervos y siervas en la tierra del Señor; apresarán a sus captores y dominarán a sus opresores.


Destrozaré a Asiria en mi tierra; la pisotearé sobre mis montes. Mi pueblo dejará de llevar su yugo; ya no pesará esa carga sobre sus hombros.


¡Ay de ti, destructor, que no has sido destruido! ¡Ay de ti, traidor, que no has sido traicionado! Cuando dejes de destruir, te destruirán; cuando dejes de traicionar, te traicionarán.


Entonces el ángel del Señor salió y mató a ciento ochenta y cinco mil hombres del campamento asirio. A la mañana siguiente, cuando los demás se levantaron, allí estaban tendidos todos los cadáveres.


Así que Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento y se retiró. Volvió a Nínive y permaneció allí.


Y, si aún queda en la tierra una décima parte, esta volverá a ser devastada. Pero así como al talar la encina y el roble queda parte del tronco, esa parte es el linaje santo.


¿Acaso hay entre los ídolos falsos alguno que pueda hacer llover? ¿Pueden los cielos solos dar lluvia? Solo tú, Señor y Dios nuestro, puedes hacer todas estas cosas; por eso nuestra esperanza está en ti.


¿Qué fue de la guarida de los leones y de la cueva donde alimentaban a los leoncillos, donde el león, la leona y sus cachorros se guarecían sin que nadie los perturbara?


Él extenderá su mano contra el norte; aniquilará a Asiria y dejará a Nínive en ruinas, árida como un desierto.


Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde, que se refugia en el nombre del Señor.


para liberarnos de nuestros enemigos y del poder de todos los que nos aborrecen;


nos concedió que fuéramos libres del temor al rescatarnos del poder de nuestros enemigos, para que le sirviéramos


Entonces, comenzando por Moisés y por todos los Profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras.


Que caiga mi enseñanza como lluvia y desciendan mis palabras como rocío, como aguacero sobre el pasto nuevo, como lluvia abundante sobre plantas tiernas.


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