Mateo 27:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

⁵ Entonces Judas arrojó el dinero en el santuario y salió de allí. Luego fue y se ahorcó.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁵ Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵ Entonces Judas tiró las monedas de plata en el templo, salió y se ahorcó.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵ Entonces él, arrojando las monedas en el Templo, se marchó y fue a ahorcarse.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁵ Y arrojando las piezas de plata en el santuario, se retiró y se marchó de allí, y se ahorcó.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵ Entonces él arrojó las monedas de plata contra el templo, se marchó y se ahorcó.

Mateo 27:5 Referans Kwoze

2 Samuel 17:23

Ajitofel, por su parte, al ver que Absalón no había seguido su consejo, aparejó el asno y se fue a su pueblo. Cuando llegó a su casa, luego de arreglar sus asuntos, fue y se ahorcó. Así murió, y fue enterrado en la tumba de su padre.

1 Reyes 16:18

Cuando Zimri vio que la ciudad estaba a punto de caer, se metió en la torre del palacio real y le prendió fuego. Así murió

Job 2:9

Su esposa le reprochó: —¿Todavía mantienes firme tu integridad? ¡Maldice a Dios y muérete!

Job 7:15

¡Preferiría que me estrangularan a seguir viviendo en este cuerpo!

Salmos 55:23

Tú, oh Dios, abatirás a los impíos y los arrojarás en la fosa de la muerte; la gente sanguinaria y mentirosa no llegará ni a la mitad de su vida. Yo, por mi parte, en ti confío.

Mateo 26:61

que declararon: —Este hombre dijo: “Puedo destruir el Templo de Dios y reconstruirlo en tres días”.

Mateo 27:6

Los jefes de los sacerdotes recogieron las monedas y dijeron: «La ley no permite echar esto al tesoro, porque es dinero pagado para derramar sangre».

Lucas 1:21

Mientras tanto, el pueblo estaba esperando a Zacarías y les extrañaba que se demorara tanto en el Templo.

Lucas 1:9

le tocó en suerte, según la costumbre del sacerdocio, entrar en el Templo del Señor para quemar incienso.

Jueces 9:54

De inmediato llamó Abimélec a su escudero y ordenó: «Saca tu espada y mátame, para que no se diga de mí: “¡Lo mató una mujer!”». Entonces su escudero clavó la espada y así murió.