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Marcos 9:17 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

17 —Maestro —respondió un hombre de entre la multitud—, te he traído a mi hijo, pues está poseído por un espíritu que le ha quitado el habla.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

17 Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti a mi hijo, que tiene un espíritu mudo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Un hombre de la multitud tomó la palabra y dijo: —Maestro, traje a mi hijo para que lo sanaras. Está poseído por un espíritu maligno que no le permite hablar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Y uno del gentío le respondió: 'Maestro, te he traído a mi hijo, que tiene un espíritu mudo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Y uno de la multitud le respondió: Maestro, te traje a mi hijo que tiene un espíritu mudo,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Y uno de la multitud le contestó: 'Maestro, te he traído a mi hijo, que está poseído de un espíritu mudo;

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Marcos 9:17
12 Referans Kwoze  

Después de eso llevaron ante Jesús un endemoniado que estaba ciego y mudo, entonces él lo sanó y pudo ver y hablar.


Y dijo: —Señor, ten compasión de mi hijo. Le dan ataques y sufre terriblemente. Muchas veces cae en el fuego o en el agua.


Mientras ellos salían, le llevaron un mudo endemoniado.


Empezaron a llevarle niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban.


y le suplicó con insistencia: —Mi hijita se está muriendo. Ven, pon tus manos sobre ella para que se sane y viva.


Esta mujer era griega, sirofenicia de nacimiento, y le rogaba que expulsara al demonio que tenía su hija.


—¿Qué están discutiendo con ellos? —preguntó.


Cada vez que se apodera de él, lo derriba. Echa espumarajos, cruje los dientes y se queda rígido. Pedí a tus discípulos que lo expulsaran, pero no lo lograron.


Al ver Jesús que se agolpaba mucha gente, reprendió al espíritu maligno. —Espíritu sordo y mudo —dijo—, te mando que salgas y que jamás vuelvas a entrar en él.


En otra ocasión Jesús expulsaba de un hombre a un demonio que lo había dejado mudo. Cuando salió el demonio, el mudo habló y la gente quedó asombrada.


Y un hombre de entre la multitud exclamó: —Maestro, te ruego que atiendas a mi hijo, pues es el único que tengo.


Cuando este hombre se enteró de que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a su encuentro y le suplicó que bajara a sanar a su hijo, pues estaba a punto de morir.


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