Lamentaciones 4:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

⁸ Pero ahora se ven más sucios que el hollín; en la calle nadie los reconoce. Su piel, reseca como la leña, se les pega a los huesos.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁸ Oscuro más que la negrura es su aspecto; no los conocen por las calles; Su piel está pegada a sus huesos, seca como un palo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ Pero ahora sus caras son más negras que el carbón; nadie los reconoce en las calles. La piel se les pega a los huesos; está tan seca y dura como la madera.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ Su semblante ahora es más oscuro que carbón, ya no se los reconoce por las calles. Su piel está pegada a sus huesos, seca como madera.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ j Hoy sus rostros son más negros que el hollín, Y en las calles no se los reconoce; Su piel se ha pegado a sus huesos, está seca como un leño.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ Jet. Más negro es hoy su rostro que el hollín; nadie los reconoce por las calles. Su piel se ha pegado a sus huesos, seca está como madera.

Lamentaciones 4:8 Referans Kwoze

Job 19:20

La piel y la carne se me pegan a los huesos; ¡a duras penas he salvado el pellejo!

Job 2:12

Desde cierta distancia alcanzaron a verlo y casi no lo pudieron reconocer. Se echaron a llorar a voz en cuello, rasgando sus vestiduras y arrojándose polvo y ceniza sobre la cabeza,

Job 30:30

La piel se me ha requemado y se me cae; el cuerpo me arde por la fiebre.

Job 33:21

Nuestra carne va perdiéndose en la nada, hasta se nos pueden contar los huesos.

Salmos 102:11

Mis días son como sombras nocturnas; me voy marchitando como la hierba.

Salmos 119:83

Parezco un odre ennegrecido por el humo, pero no me olvido de tus estatutos.

Salmos 32:4

Mi fuerza se fue debilitando como al calor del verano, porque día y noche tu mano pesaba sobre mí. Selah

Salmos 38:3

Por causa de tu indignación no hay nada sano en mi cuerpo; por causa de mi pecado no me quedan huesos sanos.

Isaías 52:14

Muchos se asombraron de él, pues tenía desfigurado el semblante; ¡nada de humano tenía su aspecto!

Lamentaciones 5:10

La piel nos arde como un horno; de hambre nos da fiebre.

Joel 2:6

Ante él se estremecen las naciones; todo rostro palidece.

Nahúm 2:10

¡Destrucción, ruina, devastación! Desfallecen los corazones, tiemblan las rodillas, se estremecen los cuerpos, palidecen los rostros.

Lucas 10:11

“Aun el polvo de este pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos en protesta contra ustedes. Pero tengan por seguro que está cerca el reino de Dios”.