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Lamentaciones 1:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

5 Sus enemigos se volvieron sus amos; tranquilos se ven sus adversarios. El Señor la ha acongojado por causa de sus muchos pecados. Sus hijos marcharon al cautiverio, arrastrados por sus enemigos.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Sus enemigos han sido hechos príncipes, sus aborrecedores fueron prosperados, Porque Jehová la afligió por la multitud de sus rebeliones; Sus hijos fueron en cautividad delante del enemigo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Sus opresores son ahora sus amos y sus enemigos prosperan, porque el Señor castigó a Jerusalén por sus muchos pecados. Sus hijos fueron capturados y llevados a tierras lejanas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Sus adversarios la vencieron y ahora se sienten felices, pues Yavé la castigó por sus muchos pecados; sus niños marcharon al destierro empujados por el enemigo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 h Sus adversarios han llegado a serle cabeza° y sus enemigos están felices, Porque YHVH la ha afligido por la multitud de sus pecados. Sus niños marcharon cautivos delante del opresor.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 He. Sus opresores prevalecen, sus enemigos son felices; porque Yahveh la ha afligido por sus muchos pecados. Sus niños marcharon cautivos delante del opresor.

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Lamentaciones 1:5
38 Referans Kwoze  

Porque los israelitas han hecho lo que me ofende y me han provocado desde el día en que sus antepasados salieron de Egipto hasta hoy”».


Nos has hecho motivo de contienda para nuestros vecinos; nuestros enemigos se burlan de nosotros.


Has exaltado el poder de sus adversarios y llenado de alegría a sus enemigos.


El Señor, el Señor de los Ejércitos, ha decretado un día de pánico, un día de humillación y desconcierto en el valle de la visión, un día para derribar muros y para levantar gritos de socorro a la montaña.


Tu pueblo poseyó por un tiempo tu santuario, pero ahora lo han pisoteado nuestros enemigos.


Destruida está la tienda donde habito y rotas todas mis cuerdas. Mis hijos me han abandonado; han dejado de existir. Ya no hay nadie que arme mi tienda y que levante mis toldos.


»He abandonado mi casa, he rechazado mi herencia, he entregado al amor de mi vida en poder de sus enemigos.


Y entre los profetas de Jerusalén he observado cosas terribles: cometen adulterio y viven en la mentira; fortalecen las manos de los malhechores, ninguno se convierte de su maldad. Todos ellos son para mí como Sodoma; los habitantes de Jerusalén son como Gomorra».


Finalmente, Nabuzaradán —comandante de la guardia—, llevó cautivos a Babilonia tanto al resto de la población como a los desertores; es decir, a todos los que quedaban.


¿Y no los he de castigar por esto? ¿No he de vengarme de semejante nación?», afirma el Señor.


»Todo esto me hace llorar; mis ojos se inundan de lágrimas. No tengo cerca a nadie que me consuele; no tengo a nadie que me reanime. Mis hijos quedaron abandonados porque el enemigo salió victorioso».


«El Señor es justo, pero yo me rebelé contra su palabra. Escuchen, todos los pueblos, y vean mi sufrimiento. Mis doncellas y mis jóvenes han marchado al destierro.


Grave es el pecado de Jerusalén; por eso se ha vuelto impura. Los que antes la honraban ahora la desprecian, pues han visto su desnudez. Ella misma gime y no se atreve a dar la cara.


El Señor ha llevado a cabo sus planes; ha cumplido su palabra, que decretó hace mucho tiempo. Sin piedad, te echó por tierra; dejó que el enemigo se burlara de ti, y enalteció el poder de tus oponentes.


Todos nuestros enemigos abren la boca para hablar mal de nosotros.


Por eso no tendré piedad ni compasión, sino que les pediré cuentas de su conducta».


Él me respondió: «La iniquidad del pueblo de Israel y de Judá es extremadamente grande. El país está lleno de violencia; la ciudad, llena de injusticia. Porque ellos dicen: “El Señor abandonó la tierra; el Señor no nos ve”.


porque sé que después de mi muerte se pervertirán y se apartarán del camino que les he mandado. En el futuro les sobrevendrán calamidades, porque harán lo que ofende al Señor y con sus detestables actos provocarán su ira».


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