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Lamentaciones 1:15 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

15 »En mi ciudad el Señor ha rechazado a todos los guerreros. Convocó un ejército contra mí, para despedazar a mis jóvenes. El Señor ha pisado como en un lagar a la virginal hija de Judá.

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Biblia Reina Valera 1960

15 El Señor ha hollado a todos mis hombres fuertes en medio de mí; Llamó contra mí compañía para quebrantar a mis jóvenes; Como lagar ha hollado el Señor a la virgen hija de Judá.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 »El Señor trató con desdén a mis hombres valientes. A su orden llegó un gran ejército para aplastar a mis jóvenes guerreros. El Señor pisoteó su amada ciudad como se pisotean las uvas en un lagar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Derribó Yavé a los valientes que cuidaban mis ciudades. Reunió un consejo contra mí para sacrificar a mis jóvenes. El Señor ha pisado en el lagar a la virgen, Hija de Judá.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 s Adonay desechó dentro de mí a todos mis hombres fuertes; Convocó una asamblea solemne contra mí y quebrantó a mis jóvenes: ¡Adonay ha hollado en el lagar a la virgen hija de Judá!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Sámek. El Señor rechazó lejos de mí a todos mis guerreros. Convocó contra mí una asamblea para aplastar a mis jóvenes. El Señor pisó en el lagar a la virgen, hija de Judá.

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Lamentaciones 1:15
27 Referans Kwoze  

y Jehú les ordenó: —¡Arrójenla de allí! Así lo hicieron y su sangre salpicó la pared y a los caballos que la pisotearon.


Tú rechazas a los que se desvían de tus estatutos, porque solo maquinan falsedades.


Se anulará el convenio que hicieron con la muerte; quedará sin efecto su alianza con el sepulcro. Cuando venga la calamidad abrumadora, a ustedes los aplastará.


»¿Quién despertó al que viene del oriente y lo llamó en justicia a su servicio? Pone a las naciones en sus manos; ante él los reyes se rinden. Con su espada los vuelve polvo, con su arco los dispersa como paja.


Voy a decirles lo que haré con mi viña: Le quitaré su cerco para que sirva de pasto; derribaré su muro para que sea pisoteada.


«He pisado el lagar yo solo; ninguno de los pueblos estuvo conmigo. Los he pisoteado en mi enojo; los he aplastado en mi ira. Su sangre salpicó mis vestidos, y me manché toda la ropa.


«Los dispersaré como a la paja que arrastra el viento del desierto.


»Tú les dirás lo siguiente: »“Que mis ojos derramen lágrimas día y noche, sin cesar, porque la virginal hija de mi pueblo ha sufrido una herida terrible, un golpe muy duro.


Por eso, entrega ahora sus hijos al hambre; abandónalos a merced de la espada. Que sus esposas se queden viudas y sin hijos; que sus maridos mueran asesinados y que sus jóvenes caigan en combate a filo de espada.


Y aunque ustedes derrotaran a todo el ejército babilonio, y solo quedaran en sus campamentos algunos hombres heridos, estos se levantarían e incendiarían esta ciudad”».


¡Atáquenla desde los confines de la tierra! ¡Abran sus graneros! ¡Amontónenla como a las gavillas! ¡Destrúyanla por completo! ¡Que no quede ningún remanente de ella!


«Nabucodonosor, el rey de Babilonia, me devoró, me confundió; me dejó como un jarro vacío. Me tragó como un monstruo marino, con mis delicias se ha llenado el estómago para luego vomitarme.


Pero yo estoy lleno de la ira del Señor, y ya no puedo contenerme. «Derrama tu ira en la calle sobre los niños, sobre los grupos de jóvenes, porque serán capturados el marido y la mujer, la gente madura y la entrada en años.


»Jóvenes y ancianos por igual yacen en el polvo de las calles; mis jóvenes y mis doncellas cayeron a filo de espada. En tu enojo les quitaste la vida; ¡los masacraste sin piedad!


Cuando se aplasta bajo el pie a todos los prisioneros de la tierra,


Lleno de ira, Nabucodonosor los mandó llamar. Cuando los jóvenes se presentaron ante el rey,


Echen mano a la hoz, que la mies está madura. Vengan a pisar las uvas, que está lleno el lagar. Sus lagares se desbordan: ¡tan grande es su maldad!».


Cuando lo vea mi enemiga, la que me decía: «¿Dónde está el Señor tu Dios?», se llenará de vergüenza. Mis ojos contemplarán su desgracia, pues será pisoteada como el lodo de las calles.


El día que yo actúe ustedes pisotearán a los malvados y, bajo sus pies, quedarán hechos polvo —dice el Señor de los Ejércitos—.


Caerán a filo de espada y los llevarán cautivos a todas las naciones. Los que no son judíos pisotearán a Jerusalén, hasta que se cumplan los tiempos señalados para ellos.


Un pueblo desconocido se comerá los frutos de tu tierra y todo el producto de tu trabajo; para ti solo habrá opresión y malos tratos cada día.


¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merece el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha profanado la sangre del pacto por la cual había sido santificado y que ha insultado al Espíritu de la gracia?


De su boca sale una espada afilada, con la que herirá a las naciones. «Las gobernará con cetro de hierro». Él mismo exprime uvas en el lagar para sacar el vino del furor del castigo que viene de Dios Todopoderoso.


los cuales desde entonces y durante dieciocho años destrozaron y agobiaron a todos los israelitas que vivían en Galaad, un territorio amorreo, al otro lado del Jordán.


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