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Job 7:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

6 »Mis días se van más veloces que una lanzadera, y sin esperanza alguna llegan a su fin.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Y mis días fueron más veloces que la lanzadera del tejedor, Y fenecieron sin esperanza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 »Mis días pasan más rápido que la lanzadera de un telar y terminan sin esperanza.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 mis días han corrido más rápidos que la lanzadera, y se pararon cuando ya no hubo hilo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Mis días se me van más veloces que la lanzadera,° Y se me acaban por falta de hilo.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Fueron mis días más rápidos que la lanzadera y terminaron por falta de hilo.

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Job 7:6
23 Referans Kwoze  

¡Que me mate, en él tengo mi esperanza! Pero en su propia cara defenderé mi conducta.


así como las aguas desgastan las rocas y los torrentes erosionan el suelo, así tú pones fin a la esperanza del hombre.


»Pasarán solo unos cuantos años antes de que yo emprenda el viaje sin regreso.


Mi espíritu está quebrantado, mis días se acortan, la tumba me espera.


Mis días van pasando, mis planes se frustran junto con los anhelos de mi corazón.


¿Dónde queda entonces mi esperanza? ¿Quién ve alguna esperanza para mí?


¿Bajará conmigo hasta los dominios de la muerte? ¿Descenderemos juntos hasta el polvo?».


Por todos lados me destroza, como a un árbol; me aniquila y arranca de raíz mi esperanza.


»¿Qué fuerzas me quedan para seguir esperando? ¿Qué fin me espera para querer vivir?


»Transcurren mis días con más rapidez que un corredor; vuelan sin que hayan conocido la dicha.


Mis días son como sombras nocturnas; me voy marchitando como la hierba.


Todo ser humano es como un suspiro; sus días son fugaces como una sombra.


El malvado cae por su propia maldad; el justo, aun en su muerte, halla refugio en Dios.


No andes con pies descalzos, que te lastimas, ni dejes que la garganta se te reseque. Pero tú insistes: “¡No tengo remedio! Amo a dioses extraños y tras ellos me iré”.


recuerden que en ese entonces ustedes estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.


El sol, cuando sale, seca la planta con su calor abrasador. A esta se le cae la flor y pierde su belleza. Así se marchitará también el rico en todas sus empresas.


¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla que aparece por un momento y luego se desvanece.


Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su esperanza completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo.


Porque «todo mortal es como la hierba y toda su gloria como la flor del campo. La hierba se seca y la flor se cae,


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