Job 40:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

¹¹ Da rienda suelta a la furia de tu ira; mira a los orgullosos y humíllalos;

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹¹ Derrama el ardor de tu ira; Mira a todo altivo, y abátelo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹¹ Da rienda suelta a tu enojo; deja que se derrame contra los orgullosos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹¹ haz brillar el furor de tu cólera, con una mirada doblega al arrogante.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹¹ Derrama los torrentes de tu ira, Y abate con una mirada al soberbio.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹¹ Derrama los ardores de tu cólera, derriba con tu mirada al soberbio.

Job 40:11 Referans Kwoze

Job 20:23

Cuando el malvado se haya llenado el vientre, Dios dará rienda suelta a su enojo contra él y descargará sobre él sus golpes.

Job 21:30

En el día del desastre, el malvado se salva; en el día de la ira, es puesto a salvo.

Job 27:22

Se lanza contra ellos sin clemencia, mientras ellos tratan de huir de su poder.

Job 4:9

El soplo de Dios los destruye; el aliento de su enojo los consume.

Job 9:5

Él mueve montañas sin que estas lo sepan, y en su enojo las trastorna.

Salmos 144:6

Lanza relámpagos y dispersa al enemigo; dispara tus flechas y confúndelos.

Salmos 94:2

Levántate, Juez de la tierra, y dales su merecido a los soberbios.

Éxodo 15:6

Tu diestra, Señor, reveló su gran poder; tu diestra, Señor, despedazó al enemigo.

Éxodo 18:11

Ahora sé que el Señor es más grande que todos los dioses, por lo que hizo a quienes trataron a Israel con arrogancia».

Isaías 2:17

La altivez de la humanidad será abatida y la arrogancia humana será humillada. En aquel día solo el Señor será exaltado

Isaías 22:19

Te destituiré de tu cargo y serás expulsado de tu puesto.

Isaías 23:9

Lo planeó el Señor de los Ejércitos para abatir la altivez de toda gloria y humillar a toda la gente importante de la tierra.

Isaías 25:11

Allí extenderán sus manos, como al nadar las extiende un nadador. Pero Dios abatirá su orgullo, junto con la destreza de sus manos.

Isaías 26:5

Él hace caer a los que habitan en lo alto y humilla a la ciudad enaltecida: la abate hasta dejarla por el suelo, la derriba hasta dejarla hecha polvo.

Isaías 42:25

Por eso él derramó sobre ellos su ardiente ira y el furor de la guerra. Los envolvió en llamas, pero no comprendieron; los consumió, pero no lo tomaron en serio.

Jeremías 48:29

»Conocemos bien el orgullo de Moab, ese orgullo exagerado. ¡Tanta soberbia y tanto orgullo! ¡Tanta arrogancia y altivez!

Ezequiel 28:2

«Hijo de hombre, adviértele al rey de Tiro que así dice el Señor y Dios: »“Tu corazón se llenó de arrogancia y dijiste: ‘Yo soy un dios. Me encuentro en el corazón de los mares sentado en el trono de un dios’. ¡Pero tú eres un simple mortal, no un dios, aunque crees ser tan sabio como un dios!

Daniel 4:24

»La interpretación del sueño, y el decreto que el Altísimo ha emitido contra Su Majestad, es como sigue:

Daniel 4:37

Por eso yo, Nabucodonosor, alabo, exalto y glorifico al Rey del cielo, porque siempre procede con rectitud y justicia; además, es capaz de humillar a los soberbios.

Nahúm 1:6

¿Quién podrá resistir su indignación? ¿Quién podrá soportar el ardor de su ira? Su furor se derrama como fuego; ante él se resquebrajan las rocas.

Nahúm 1:8

Pero destruirá a Nínive con una inundación arrasadora; ¡aun en las tinieblas perseguirá a sus enemigos!

Malaquías 4:1

»Miren, ya viene el día, ardiente como un horno. Todos los soberbios y todos los malvados serán como paja; ese día les prenderá fuego hasta dejarlos sin raíz ni rama —dice el Señor de los Ejércitos—.

Lucas 18:14

»Les digo que este y no aquel volvió a su casa justificado ante Dios. Pues todo el que a sí mismo se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido».

Deuteronomio 32:22

Se ha encendido el fuego de mi ira, que quema hasta lo profundo de los dominios de la muerte. Devorará la tierra y sus cosechas, y consumirá la raíz de las montañas.

Santiago 4:6

Pero él nos da más gracia. Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes».