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Job 27:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

9 ¿Escucha Dios su clamor cuando les sobreviene la angustia?

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 ¿Oirá Dios su clamor Cuando la tribulación viniere sobre él?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 ¿Escuchará Dios su clamor cuando la desgracia venga sobre ellos?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 ¿Escuchará Dios sus gritos cuando le llegue la desgracia?

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 ¿Oirá Dios su clamor, Cuando le sobrevenga la angustia?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 ¿Acaso Dios escuchará sus gritos, cuando le venga una desventura?

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Job 27:9
19 Referans Kwoze  

Que resulte culpable al ser juzgado y que su oración sea considerada pecado.


Pedían ayuda y no hubo quien los salvara. Al Señor clamaron, pero no respondió.


Los desmenucé. Parecían polvo disperso por el viento. Los pisoteé como al lodo de las calles.


Si en mi corazón hubiera yo abrigado maldad, el Señor no me habría escuchado;


cuando el miedo les sobrevenga como una tormenta y la desgracia los arrastre como un torbellino.


»Entonces me llamarán, pero no les responderé; me buscarán, pero no me encontrarán.


Dios aborrece hasta la oración del que se niega a obedecer la ley.


Cuando levantan sus manos, yo aparto de ustedes mis ojos; aunque multipliquen sus oraciones, no las escucharé. »¡Tienen las manos llenas de sangre!


Por eso, así dice el Señor: “Les enviaré una calamidad de la cual no podrán escapar. Aunque clamen a mí, no los escucharé.


Aunque ayunen, no escucharé sus clamores; aunque me ofrezcan holocaustos y ofrendas de cereal, no los aceptaré. En verdad, voy a exterminarlos con la espada, el hambre y la plaga».


Por eso, voy a actuar con furor. No les tendré piedad ni compasión. Por más que me imploren a gritos, ¡no los escucharé!».


No me invocan de corazón, sino que se lamentan echados en sus camas. Para obtener grano y vino nuevo se laceran y se ponen en mi contra.


Entonces pedirán auxilio al Señor, pero él no responderá; esconderá de ellos su rostro porque hicieron lo malo.


“Como no me escucharon cuando los llamé, tampoco yo los escucharé cuando ellos me llamen —dice el Señor de los Ejércitos—.


Tan pronto como el dueño de la casa se haya levantado a cerrar la puerta, ustedes desde afuera se pondrán a golpear la puerta, diciendo: “¡Señor, ábrenos!”. Pero él les contestará: “No sé de dónde son ustedes”.


Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí a los piadosos y a quienes hacen su voluntad.


Entonces ustedes regresaron y lloraron ante el Señor, pero él no prestó atención a su lamento ni les hizo caso.


Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones.


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