Job 26:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

¹² Con su poder Dios agita el mar; con su sabiduría descuartizó a Rahab.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹² Él agita el mar con su poder, Y con su entendimiento hiere la arrogancia suya.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² El mar se calmó por su poder; con su destreza aplastó al gran monstruo marino.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² Con su poder dividió el mar y con su inteligencia aplastó a Rahab.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹² Aquieta el mar con su poder, Y con su inteligencia lo hiere en su arrogancia.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² Con su fuerza domó el mar, con su inteligencia dominó a Ráhab.

Job 26:12 Referans Kwoze

Job 12:13

»Con Dios están la sabiduría y el poder; suyos son el consejo y el entendimiento.

Job 26:11

Aterrados por su reprensión, tiemblan los pilares de los cielos.

Job 9:13

Dios no contiene su enojo; aun Rahab y sus secuaces se postran a sus pies.

Salmos 29:10

El Señor tiene su trono sobre el diluvio; el Señor reina por siempre.

Salmos 74:13

Tú dividiste el mar con tu poder; les rompiste la cabeza a los monstruos marinos.

Isaías 2:12

El día del Señor de los Ejércitos vendrá contra todos los orgullosos y arrogantes, contra todos los altaneros, para humillarlos;

Isaías 51:15

Porque yo soy el Señor tu Dios, yo agito el mar, y rugen sus olas; el Señor de los Ejércitos es mi nombre.

Isaías 51:9

¡Despierta, brazo del Señor! ¡Despierta y vístete de fuerza! Despierta, como en los días pasados, como en las generaciones de antaño. ¿No fuiste tú el que despedazó a Rahab, el que traspasó a ese monstruo marino?

Jeremías 31:35

Así dice el Señor, cuyo nombre es el Señor de los Ejércitos, quien estableció el sol para alumbrar el día, la luna y las estrellas para alumbrar la noche y agita el mar para que rujan sus olas:

Daniel 4:37

Por eso yo, Nabucodonosor, alabo, exalto y glorifico al Rey del cielo, porque siempre procede con rectitud y justicia; además, es capaz de humillar a los soberbios.

Santiago 4:6

Pero él nos da más gracia. Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes».