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Job 12:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

14 Lo que él derriba, nadie lo levanta; a quien él apresa, nadie puede liberarlo.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

14 Si él derriba, no hay quien edifique; Encerrará al hombre, y no habrá quien le abra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Lo que él destruye no se puede volver a construir. Cuando él mete a alguien en la cárcel, no hay escapatoria.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Si El destruye, nadie puede reconstruir; el prisionero que El tiene no será liberado. Si retiene las aguas, viene la sequía;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 He aquí, si Él derriba, nadie puede reedificar, Si Él encierra al hombre, no hay quien le abra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Imposible reconstruir lo que él destruye, ni liberar a quien él aprisiona.

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Job 12:14
19 Referans Kwoze  

entraron un macho y una hembra de cada especie, tal como Dios se lo había mandado a Noé. Luego el Señor cerró la puerta del arca.


»Si viene y te pone en un calabozo, y luego te llama a cuentas, ¿quién lo hará desistir?


Dios me ha entregado en manos de gente injusta; me ha arrojado en las garras de los malvados.


Por todos lados me destroza, como a un árbol; me aniquila y arranca de raíz mi esperanza.


Detiene la actividad humana para que todos reconozcan sus obras.


Contempla las obras de Dios: ¿quién puede enderezar lo que él ha torcido?


«La convertiré en lugar de lechuzas, en charco de agua estancada; la barreré con la escoba de la destrucción», afirma el Señor de los Ejércitos.


Sobre sus hombros pondré la llave de la casa de David; lo que él abra, nadie podrá cerrarlo; lo que él cierre, nadie podrá abrirlo.


Has convertido la ciudad en un montón de escombros, la ciudad fortificada en una ruina. Ya no existe la ciudad, la fortaleza de extranjeros; nunca más volverá a ser reconstruida.


Así dice el Señor de los Ejércitos: «Los anchos muros de Babilonia serán derribados por completo; sus imponentes puertas serán incendiadas. Los pueblos se agotan en vano, y las naciones se fatigan por lo que se desvanece como el humo».


Luego dile: “Así se hundirá Babilonia y nunca más se levantará del desastre que voy a traer sobre ella”». Aquí concluyen las palabras de Jeremías.


Te convertiré en una roca desnuda, en un tendedero de redes y no volverás a ser edificada. Yo, el Señor, lo he dicho. Yo, el Señor y Dios, lo afirmo.


Edom dice: «Aunque nos han hecho pedazos, reconstruiremos las ruinas». Pero el Señor de los Ejércitos dice: «Ustedes podrán reconstruir, pero yo derribaré. Serán llamados territorio malvado, pueblo que estará siempre bajo la ira del Señor.


En fin, Dios ha sujetado a todos a la desobediencia, con el fin de tener misericordia de todos.


»Escribe al ángel de la iglesia de Filadelfia: »Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, el que cierra y nadie puede abrir:


Hoy mismo el Señor te entregará en mis manos; y yo te mataré y te cortaré la cabeza. Hoy mismo echaré los cadáveres del ejército filisteo a las aves del cielo y a las fieras del campo, y todo el mundo sabrá que hay un Dios en Israel.


Hoy me has hecho reconocer lo bien que me has tratado, pues el Señor me entregó en tus manos y no me mataste.


—Hoy ha puesto Dios en tus manos a tu enemigo —dijo Abisay a David—. Déjame matarlo. De un solo golpe de lanza lo dejaré clavado en el suelo. ¡Y no tendré que rematarlo!


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