Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Jeremías 51:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

6 »¡Huyan de Babilonia! ¡Sálvese quien pueda! No perezcan por causa de su iniquidad. Porque ha llegado la hora de que el Señor tome venganza; ¡él le dará su merecido!

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Huid de en medio de Babilonia, y librad cada uno su vida, para que no perezcáis a causa de su maldad; porque el tiempo es de venganza de Jehová; le dará su pago.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

6 ¡Huyan de Babilonia! ¡Sálvense a sí mismos! ¡No queden atrapados en su castigo! Es el tiempo de la venganza del Señor; él le dará su merecido.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Salgan de en medio de Babilonia y que cada cual salve su vida; para que no perezca cuando llegue su castigo, pues éste es el momento de la venganza de Yavé en que él le dará su merecido.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

6 Huid de en medio de Babilonia, Y cada cual salve su vida, No perezcáis a causa de su maldad, Porque es tiempo de venganza de YHVH: Va a darle la retribución debida.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Huid de Babilonia y salve cada uno su vida; no perezcáis por su culpa, pues es el tiempo de la venganza de Yahveh, que viene a pagarle su merecido.

Gade chapit la Kopi




Jeremías 51:6
29 Referans Kwoze  

Señor, Dios de las venganzas; Dios de las venganzas, ¡resplandece!


El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá mal parado.


¡Salgan de Babilonia! ¡Huyan de los babilonios! Anuncien esto con gritos de alegría y háganlo saber. Publíquenlo hasta en los confines de la tierra; digan: «El Señor ha redimido a su siervo Jacob».


¡Ya tengo planeado el día de la venganza! ¡El año de mi redención ha llegado!


Ellos mismos serán esclavizados por muchas naciones y reyes poderosos. Así les daré lo que merecen su conducta y sus hechos».


Cuando ellas la beban, se tambalearán y perderán el juicio, a causa de la espada que voy a enviar contra ellos».


Todas las naciones le servirán a él, a su hijo y a su nieto, hasta que también a su país le llegue la hora y sea sometido por numerosas naciones y grandes reyes.


»Aquel día pertenece al Señor, al Señor de los Ejércitos. Será un día de venganza; se vengará de sus enemigos. La espada devorará hasta saciarse; con sangre apagará su sed. En la tierra del norte, a orillas del río Éufrates, para el Señor, el Señor de los Ejércitos, se ofrecerá un sacrificio.


¡Huyan! ¡Sálvese quien pueda! ¡Sean como las zarzas del desierto!


Griten en torno de ella: ¡Se ha rendido, cayeron sus torres, se derrumbaron sus muros! ¡Esta es la venganza del Señor! ¡Vénguense de ella! ¡Háganle lo mismo que hizo a otros!


Se oye la voz de los fugitivos, de los que escaparon de Babilonia; vienen a anunciar en Sión la venganza del Señor nuestro Dios, la venganza por su Templo.


«Estoy contra ti, nación arrogante», afirma el Señor, el Señor de los Ejércitos; «al fin ha llegado el día, el día de tu castigo.


»¡Huyan de Babilonia; abandonen el país de los babilonios! Sean como los machos cabríos que guían al rebaño.


»¡Afilen las flechas! ¡Ármense con escudos! El Señor ha incitado el espíritu de los reyes de los medos para destruir a Babilonia. Esta es la venganza del Señor, la venganza por su Templo.


Por eso, así dice el Señor: «¡Mira! Voy a defender tu causa y llevaré a cabo tu venganza; voy a secar el agua de su mar y dejaré secos sus manantiales.


»¡Huye de ella, pueblo mío! ¡Salva tu vida! ¡Huye de mi ardiente ira!


Ustedes, los que escaparon de la espada, huyan sin demora. Invoquen al Señor en tierras lejanas y no dejen de pensar en Jerusalén».


Llega contra Babilonia el destructor; sus guerreros serán capturados y sus arcos serán hechos pedazos. Porque el Señor es un Dios que a cada cual da su merecido.


»“Quisimos curar a Babilonia, pero no pudo ser sanada; abandonémosla y regrese cada uno a su tierra, porque llega su condena hasta los cielos; ¡se eleva hasta las nubes!”.


¡Dales, Señor, su merecido por todo lo que han hecho!


Entonces Moisés advirtió a la gente: —¡Aléjense de las tiendas de estos impíos! No toquen ninguna de sus pertenencias para que ustedes no perezcan por los pecados de ellos.


En la calle, la espada los dejará sin hijos, y en sus casas reinará el terror. Perecerán los jóvenes y las doncellas, los que aún maman y los que ya se peinan canas.


cuando afile mi espada reluciente y en el día del juicio la tome en mis manos, me vengaré de mis adversarios; ¡les daré su merecido a los que me odian!


Alégrense, naciones, con el pueblo de Dios; él vengará la sangre de sus siervos. ¡Sí! Dios se vengará de sus enemigos, y perdonará a su tierra y a su pueblo.


No te apresures a imponerle las manos a nadie, no sea que te hagas cómplice de pecados ajenos. Consérvate puro.


La gran ciudad se partió en tres y las ciudades de las naciones se desplomaron. Dios se acordó de la gran Babilonia y le dio a beber de la copa llena del vino de la ira de su castigo.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite