Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Jeremías 14:19 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

19 ¿Has rechazado por completo a Judá? ¿Detestas a Sión? ¿Por qué nos has herido de tal modo que ya no tenemos remedio? Esperábamos tiempos de paz, pero nada bueno recibimos. Esperábamos tiempos de salud, pero solo nos llegó el terror.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

19 ¿Has desechado enteramente a Judá? ¿Ha aborrecido tu alma a Sion? ¿Por qué nos hiciste herir sin que haya remedio? Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de curación, y he aquí turbación.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Señor, ¿has rechazado por completo a Judá? ¿Verdaderamente odias a Jerusalén? ¿Por qué nos has herido sin la menor esperanza de recuperarnos? Esperábamos paz, pero la paz no llegó; esperábamos un tiempo de sanidad, pero solo encontramos terror.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

19 ¿Has rechazado para siempre a Judá, o tu alma está aburrida con Sión? ¿Por qué nos has herido sin esperanza de mejorar? Esperábamos la paz, y ninguna cosa buena llegó, la hora de nuestra mejoría, y se presentó el susto.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

19 ¿Has desechado del todo a Judá? ¿Tiene tu alma aborrecida a Sión? ¿Por qué nos has herido sin remedio? Esperábamos paz, pero no hay bienestar; Tiempo de sanidad, y he aquí el terror.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 ¿Has rechazado del todo a Judá, o tu alma está cansada de Sión? ¿Por qué nos has herido sin que tengamos cura? Esperábamos la paz, pero no ha habido bien alguno; el tiempo de la sanación, y se presenta el terror.

Gade chapit la Kopi




Jeremías 14:19
26 Referans Kwoze  

Pero ellos se burlaban de los mensajeros de Dios, tenían en poco sus palabras, y se mofaban de sus profetas. Por fin, el Señor desató su ira contra el pueblo y ya no hubo remedio.


Cuando esperaba lo bueno, vino lo malo; cuando buscaba la luz, vinieron las sombras.


Dios lo supo y se indignó, por lo que rechazó completamente a Israel.


Pero tú has desechado, has rechazado a tu ungido; te has enfurecido contra él en gran manera.


El que es reacio a las reprensiones será destruido de repente y sin remedio.


»He abandonado mi casa, he rechazado mi herencia, he entregado al amor de mi vida en poder de sus enemigos.


Mi heredad se ha comportado conmigo como león en la selva. Lanza rugidos contra mí; por eso la aborrezco.


El Señor me dijo: «Aunque Moisés y Samuel se presentaran ante mí, no tendría compasión de este pueblo. ¡Échalos de mi presencia! ¡Que se vayan!


¿Por qué no cesa mi dolor? ¿Por qué es incurable mi herida? ¿Por qué se resiste a sanar? ¿Serás para mí un arroyo engañoso, de aguas no confiables?


»Así dice el Señor: »“Tu herida es incurable, tu llaga no tiene remedio.


No hay quien defienda tu causa; no hay remedio para tu mal ni sanidad para tu enfermedad.


Israel y Judá no han sido abandonados por su Dios, el Señor de los Ejércitos, aunque su tierra está llena de culpa, delante del Santo de Israel.


Por eso se les llama “Plata desechada”; ¡para el Señor son un desecho!».


»”Córtate la cabellera y tírala; eleva tu lamento en las lomas desoladas, porque el Señor ha rechazado y abandonado a la generación que provocó su ira.


Esperábamos paz, pero no llegó nada bueno. Esperábamos un tiempo de salud, pero solo nos llegó el terror.


¿No queda bálsamo en Galaad? ¿No queda allí médico alguno? ¿Por qué no se ha restaurado la salud de mi pueblo?


¿Qué puedo decir de ti, hija de Jerusalén? ¿A qué te puedo comparar? ¿Qué ejemplo darte como consuelo, virginal hija de Sión? Profundas como el mar son tus heridas. ¿Quién podría sanarte?


»Como si convocaras a un día de fiesta, convocaste contra mí terror de todas partes. En el día de la ira del Señor nadie pudo escapar, nadie quedó con vida. A mis seres queridos, a los que eduqué, los aniquiló el enemigo».


Para colmo, desfallecen nuestros ojos esperando en vano que alguien nos ayude. Desde nuestras torres estamos en espera de una nación que no puede salvarnos.


La verdad es que nos has rechazado y te has excedido en tu enojo contra nosotros.


Se retuercen esperando el bien, los habitantes de Marot; el Señor ha enviado el mal hasta la entrada misma de Jerusalén.


Cuando la gente esté diciendo: «Paz y seguridad», vendrá de improviso sobre ellos la destrucción, como llegan los dolores de parto a la mujer embarazada. De ninguna manera podrán escapar.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite