Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Jeremías 11:19 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

19 Pero yo era como un manso cordero que es llevado al matadero; no sabía lo que estaban maquinando contra mí y que decían: «Destruyamos el árbol con su fruto, arranquémoslo de la tierra de los vivientes, para que nadie recuerde más su nombre».

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

19 Y yo era como cordero inocente que llevan a degollar, pues no entendía que maquinaban designios contra mí, diciendo: Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémoslo de la tierra de los vivientes, para que no haya más memoria de su nombre.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Yo era como cordero que se lleva al matadero. ¡No tenía idea de que pensaban matarme! «Destruyamos a ese hombre y todas sus palabras —dijeron—, derribémoslo para que su nombre sea olvidado para siempre».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

19 ¡Y yo que no tenía más sospecha que el cordero al que llevan tranquilo para matarlo! No sabía lo que estaban tramando para perderme: 'Hagámosle tragar unas buenas pruebas, hasta que desaparezca de entre los vivos, y nadie se acordará más de su nombre.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

19 Yo, como cordero manso llevado al matadero, no sabía que tramaban maquinaciones contra mí, diciendo: Cortemos el árbol con su fruto;° arranquémoslo de la tierra de los vivientes, para que su nombre no se pronuncie más.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Yo era como manso cordero que se lleva al matadero; no sabía que contra mí urdían intrigas: Destruyamos el árbol con su fruto, cortémosle de la tierra de los vivos y que no se miente más su nombre.

Gade chapit la Kopi




Jeremías 11:19
28 Referans Kwoze  

Nadie sabe lo que ella vale, pues no se encuentra en la tierra de los vivientes.


Que sea exterminada su descendencia; que desaparezca su nombre en la próxima generación.


El justo jamás caerá; su recuerdo permanecerá para siempre.


Por eso andaré siempre delante del Señor en esta tierra de los vivientes.


A ti, Señor, te pido ayuda; a ti te digo: «Tú eres mi refugio, mi porción en la tierra de los vivientes».


Pero de una cosa estoy seguro: he de ver la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes.


Son muchos a los que oigo murmurar: «Hay terror por todas partes». Se han confabulado contra mí y traman quitarme la vida.


Pero yo tropecé y ellos se alegraron y a una se juntaron contra mí. Asaltantes que yo no conocía; me calumniaban sin cesar.


Pero Dios te arruinará para siempre; te tomará y te arrojará de tu hogar; ¡te arrancará del mundo de los vivientes! Selah


Y dicen: «¡Vengan, destruyamos su nación! ¡Que el nombre de Israel no vuelva a recordarse!».


La memoria de los justos es una bendición, pero la fama de los malvados se pudrirá.


No aceches cual malvado la casa del justo ni arrases el lugar donde habita;


Y él enseguida fue tras ella, como el buey que va camino al matadero; como el ciervo que cae en la trampa,


El canalla recurre a artimañas malignas y trama designios infames; destruye a los pobres con mentiras, aunque el necesitado reclama justicia.


Yo decía: “Ya no veré más al Señor en esta tierra de los vivientes; ya no contemplaré más a los seres humanos, a los que habitan este mundo”.


Pelearán contra ti, pero no podrán vencerte porque yo estoy contigo para librarte», afirma el Señor.


Ellos dijeron: «Vengan, tramemos un plan contra Jeremías. Porque no faltará la Ley al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta. Ataquémoslo de palabra y no hagamos caso de nada de lo que diga».


Escucho a muchos decir con sorna: «¡Hay terror por todas partes!». Y hasta agregan: «¡Denúncienlo! ¡Vamos a denunciarlo!». Aun mis mejores amigos esperan que tropiece. También dicen: «Quizá lo podamos seducir. Entonces lo venceremos y nos vengaremos de él».


Pero en cuanto Jeremías terminó de decirle al pueblo todo lo que el Señor había ordenado, los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo lo apresaron y dijeron: «¡Vas a morir!


Tú notaste su sed de venganza y todas sus maquinaciones en mi contra.


»Allí está Elam, con toda su multitud en torno a su sepulcro. Todos ellos murieron a filo de espada. Todos los que sembraban el terror en la tierra de los vivientes bajaron como paganos a lo más profundo de la fosa. Yacen tendidos sin honor entre los que descendieron a la fosa.


Después de las sesenta y dos semanas se le quitará la vida al Ungido y se quedará sin nada. La ciudad y el santuario serán destruidos por el pueblo de un príncipe que vendrá. El fin vendrá como una inundación, la destrucción no cesará hasta que termine la guerra.


El profeta, junto con mi Dios, es el centinela de Efraín, pero enfrenta trampas en todos sus caminos, y hostilidad en la casa de su Dios.


por la de Gad, Eliasaf, hijo de Deuel;


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite