Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Isaías 57:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

13 Cuando grites pidiendo ayuda, ¡que te salve tu colección de ídolos! A todos ellos se los llevará el viento; con un simple soplo desaparecerán. Pero el que se refugia en mí recibirá la tierra por herencia y tomará posesión de mi monte santo».

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

13 Cuando clames, que te libren tus ídolos; pero a todos ellos llevará el viento, un soplo los arrebatará; mas el que en mí confía tendrá la tierra por heredad, y poseerá mi santo monte.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Veamos si sus ídolos pueden salvarlos cuando clamen a ellos por ayuda. ¡Vaya, un soplo de viento puede derrumbarlos! ¡Basta con que uno respire sobre ellos para que caigan de cabeza! Pero el que confíe en mí heredará la tierra y poseerá mi monte santo».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Cuando pidas auxilio, ¡que te salven tus ídolos despreciables! El viento se los llevará a todos, desaparecerán de un soplo. Pero aquel que confía en mí poseerá el país y será dueño de mi Cerro Santo.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

13 Cuando clames, ¡que te libren tus ídolos! Pero a todos ellos los barrerá el viento, Un soplo los arrebatará; Pero el que confía en mí, Heredará la tierra, y poseerá mi Santo Monte.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Cuando grites, que te salven tus ganancias. A todos ellos los llevará el viento, los arrebatará un soplo; pero quien se refugia en mí heredará la tierra y poseerá mi santa montaña.

Gade chapit la Kopi




Isaías 57:13
39 Referans Kwoze  

Pero Eliseo dijo al rey de Israel: —¿Qué tengo yo que ver con usted? Váyase a consultar a los profetas de su padre y de su madre. —No —respondió el rey de Israel—, pues el Señor nos ha reunido a los tres para entregarnos en manos de los moabitas.


como paja que arrebata el viento, como tamo que se lleva la tormenta?


En cambio, los malvados son como paja arrastrada por el viento.


Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en el hombre.


Los que confían en el Señor son como el monte Sión: jamás caerá y permanece para siempre.


Pero los humildes heredarán la tierra y disfrutarán de gran bienestar.


Los benditos del Señor heredarán la tierra, pero los que él maldice serán exterminados.


Los justos heredarán la tierra y por siempre vivirán en ella.


Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y mantente fiel.


Pero tú, espera en el Señor y sigue su camino, que él te exaltará para que heredes la tierra. Cuando los malvados sean exterminados, tú lo verás con tus propios ojos.


Porque los malvados serán exterminados, pero los que esperan en el Señor heredarán la tierra.


Que sin darse cuenta, ardan como espinos; que el vendaval los arrastre, estén verdes o secos.


Señor de los Ejércitos, ¡dichosos los que en ti confían!


El que es ambicioso provoca peleas, pero el que confía en el Señor prospera.


No harán ningún daño ni estrago en todo mi monte santo, porque se llenará la tierra con el conocimiento del Señor así como las aguas cubren los mares.


¿Qué respuesta se dará a los mensajeros de esa nación? Pues que el Señor ha afirmado a Sión y que allí se refugiarán los afligidos de su pueblo.


Porque tú has sido en su angustia un baluarte para el desvalido, un refugio para el necesitado, un resguardo contra la tormenta, una sombra en el calor. Porque el aliento de los violentos es como una tormenta contra un muro,


Escasamente han sido plantados, apenas han sido sembrados, apenas echan raíces en la tierra, cuando él sopla sobre ellos, se marchitan y el huracán los arrasa como paja.


Las lanzarás al aire y se las llevará el viento; un vendaval las dispersará. Pero tú te alegrarás en el Señor, te gloriarás en el Santo de Israel.


»Reúnanse, fugitivos de las naciones; congréguense y vengan. Ignorantes son los que cargan imágenes de madera y oran a dioses que no pueden salvar.


Así dice el Señor: «En el momento propicio te responderé y en el día de salvación te ayudaré. Ahora te guardaré y haré de ti un pacto para el pueblo, para que restaures el país y repartas las propiedades asoladas;


los llevaré a mi monte santo; los llenaré de alegría en mi casa de oración. Aceptaré los holocaustos y sacrificios que ofrezcan sobre mi altar, porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos».


Entonces todo tu pueblo será justo y poseerá la tierra para siempre. Serán el renuevo plantado por mí mismo, la obra maestra que me glorificará.


»Pero a ustedes que abandonan al Señor y se olvidan de mi monte santo, que para el dios de la fortuna preparan una mesa y para el dios del destino sirven vino mezclado,


El lobo y el cordero pacerán juntos; el león comerá paja como el buey y la serpiente se alimentará de polvo. En todo mi monte santo no habrá quien haga daño ni destruya», dice el Señor.


De Jacob sacaré descendientes, y de Judá, a los que poseerán mis montañas. Las heredarán mis elegidos y allí morarán mis siervos.


Y a todos los hermanos que ustedes tienen entre las naciones los traerán a mi monte santo en Jerusalén, como una ofrenda al Señor; los traerán en caballos, en carros de combate y en literas, y en mulas y camellos», dice el Señor. «Los traerán como traen los israelitas, en recipientes limpios, sus ofrendas de grano al Templo del Señor.


¿Dónde están, Judá, los dioses que te fabricaste? ¡Tienes tantos dioses como ciudades! ¡Diles que se levanten! ¡A ver si te salvan cuando caigas en desgracia!


«¡Sube al Líbano y grita; levanta tu voz en Basán! ¡Grita desde Abarín, pues todos tus amantes han sido destruidos!


El viento arrastrará a todos tus pastores y tus amantes irán al cautiverio. Por culpa de toda tu maldad quedarás avergonzada y humillada.


Todos tus amantes te han olvidado; ya no se ocupan de ti. Por causa de tu enorme iniquidad, y por tus muchos pecados, te he golpeado como a un enemigo, te di un castigo cruel.


Porque en mi monte santo, el monte elevado de Israel, me adorará todo el pueblo de Israel; todos los que habitan en el país. Yo, el Señor y Dios, lo afirmo. Allí los recibiré y exigiré sus ofrendas y sus primicias, con todos los sacrificios sagrados.


Por eso serán como nube matutina, como rocío que temprano se evapora, como paja que se lleva el viento, como humo que se escapa por la chimenea.


«Entonces ustedes sabrán que yo, el Señor su Dios, habito en Sión, mi monte santo. Santa será Jerusalén, y nunca más la invadirán los extranjeros.


“Como no me escucharon cuando los llamé, tampoco yo los escucharé cuando ellos me llamen —dice el Señor de los Ejércitos—.


Vayan y clamen a los dioses que han escogido. ¡Que ellos los libren en tiempo de angustia!


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite