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Isaías 49:24 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

24 ¿Se puede quitar el botín a los guerreros? ¿Puede el cautivo ser rescatado del tirano?

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

24 ¿Será quitado el botín al valiente? ¿Será rescatado el cautivo de un tirano?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 ¿Quién puede arrebatar el botín de las manos de un guerrero? ¿Quién puede exigirle a un tirano que deje en libertad a sus cautivos?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 ¿Se le puede quitar su parte a un soldado o escapársele su prisionero al vencedor?

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 ¿Le será arrebatado el botín al guerrero? ¿Se librará al cautivo del tirano?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 ¿Se le arrebata a un héroe el botín, o un prisionero se le escapa al tirano?

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Isaías 49:24
17 Referans Kwoze  

»Después de todo lo que nos ha acontecido por causa de nuestras maldades y de nuestra grave culpa, reconocemos que tú, Dios nuestro, no nos has dado el castigo que merecemos, sino que nos has dejado un remanente.


Aunque somos esclavos, no nos has abandonado, Dios nuestro, sino que nos has extendido tu misericordia a la vista de los reyes de Persia. Nos has dado nueva vida para reedificar tu Templo y reparar sus ruinas, y nos has dado un muro de protección en Judá y en Jerusalén.


Tú has sido justo en todo lo que nos ha sucedido, porque actúas con fidelidad. Nosotros, en cambio, actuamos con maldad.


Sus abundantes cosechas son ahora de los reyes que nos has impuesto por nuestro pecado. Como tienen el poder, hacen lo que quieren con nosotros y con nuestro ganado. ¡Grande es nuestra aflicción!


Pero este es un pueblo saqueado y despojado, todos atrapados en cuevas o encerrados en cárceles. Son saqueados y nadie los libra; son despojados sin que nadie reclame: ¡Devuélvanlos!


Su rugido es el de una leona, como el de los leoncillos: gruñe y atrapa la presa, y se la lleva sin que nadie se la arrebate.


Por lo tanto, le daré un puesto entre los grandes y repartirá el botín con los fuertes, porque derramó su vida hasta la muerte y fue contado entre los transgresores. Cargó con el pecado de muchos e intercedió por los transgresores.


Luego me dijo: «Hijo de hombre, estos huesos son el pueblo de Israel. Ellos andan diciendo: “Nuestros huesos se han secado. Ya no tenemos esperanza. ¡Estamos perdidos!”.


Entonces me dijo: «Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos?». Y yo contesté: «Señor y Dios, tú lo sabes».


«Pero ahora yo vengo contra ti», afirma el Señor de los Ejércitos. «Convertiré en humo tus carros de guerra y mataré a filo de espada a tus leoncillos. Pondré fin en el país a tus rapiñas y no volverá a oírse la voz de tus mensajeros».


»¿O cómo puede entrar alguien en la casa de un hombre fuerte y arrebatarle sus bienes a menos que primero lo ate? Solo entonces podrá robar su casa.


Ahora bien, nadie puede entrar en la casa de alguien fuerte y arrebatarle sus bienes a menos que primero lo ate. Solo entonces podrá robar su casa.


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