Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Isaías 48:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

8 Nunca habías oído ni entendido; nunca antes se te había abierto el oído. Yo sé bien que eres muy traicionero y que desde tu nacimiento te llaman rebelde.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

8 Sí, nunca lo habías oído, ni nunca lo habías conocido; ciertamente no se abrió antes tu oído; porque sabía que siendo desleal habías de desobedecer, por tanto te llamé rebelde desde el vientre.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 »Sí, te diré cosas completamente nuevas; cosas que nunca antes habías oído. Pues conozco muy bien lo traidora que eres; fuiste rebelde desde tu nacimiento.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Tú nada de ellas habías escuchado o sabido, ni habían llegado con anticipación a tus oídos; porque yo sabía lo infiel que eres, que desde el seno de tu madre te llaman 'el rebelde'.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Nada oíste acerca de ellas, ni las conociste, Aún no estaba abierto tu oído, Porque Yo sabía que tú actuarías deslealmente; Tanto, que desde el seno materno se te llamó rebelde.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Ni lo habías oído ni sabido, ni tu oído estaba abierto, porque yo sabía que siempre traicionas y que eres rebelde desde el seno materno.

Gade chapit la Kopi




Isaías 48:8
33 Referans Kwoze  

A ti no te complacen sacrificios ni ofrendas, pero has abierto mis oídos para oírte; tú no has pedido holocaustos ni sacrificios por el pecado.


Yo sé que soy pecador de nacimiento; pecador, desde que me concibió mi madre.


Los malvados se descarrían desde que nacen; desde el vientre materno se desvían los mentirosos.


Una visión terrible me ha sido revelada: el traidor traiciona, el destructor destruye. ¡Al ataque, Elam! ¡Al asedio, Media! Pondré fin a todo su gemido.


Levantada está, Señor, tu mano, pero ellos no la ven. ¡Que vean tu celo por el pueblo y sean avergonzados; que sean consumidos por el fuego destinado a tus enemigos!


¡Ay de ti, destructor, que no has sido destruido! ¡Ay de ti, traidor, que no has sido traicionado! Cuando dejes de destruir, te destruirán; cuando dejes de traicionar, te traicionarán.


Por eso él derramó sobre ellos su ardiente ira y el furor de la guerra. Los envolvió en llamas, pero no comprendieron; los consumió, pero no lo tomaron en serio.


»Recuerden esto, rebeldes; piénsenlo bien, fíjenlo en su corazón.


Pero vendrá sobre ti una desgracia que no sabrás conjurar; caerá sobre ti una calamidad que no podrás evitar. Una catástrofe que ni te imaginas vendrá de repente sobre ti.


Porque yo sabía que eres muy obstinado; que tu cuello es un tendón de hierro y que tu frente es de bronce.


Son cosas creadas ahora y no hace tiempo; hasta hoy no habías oído hablar de ellas, para que no dijeras: “¡Sí, ya las sabía!”.


El Señor y Dios me ha abierto los oídos y no he sido rebelde ni me he vuelto atrás.


¿De quién quieren burlarse? ¿A quién hacen muecas despectivas y le sacan la lengua? ¿Acaso no son ustedes una camada de rebeldes y una descendencia de mentirosos?


Pero tú, pueblo de Israel, me has sido infiel como una mujer infiel a su esposo», afirma el Señor.


Pues las casas de Israel y de Judá me han sido completamente infieles», afirma el Señor.


Escucha esto, pueblo necio e insensible, que tiene ojos, pero no ve, que tiene oídos, pero no oye.


¿A quién hablaré? ¿A quién advertiré? ¿Quién podrá escucharme? Tienen tapados los oídos y no pueden comprender. La palabra del Señor los ofende; no se complacen en ella.


Han traicionado al Señor; han dado a luz hijos de otros padres. Al llegar la luna nueva serán devorados junto a sus heredades.


Pero ellos, como Adán han quebrantado el pacto, ¡me han traicionado!


Los extranjeros minan sus fuerzas, pero él ni cuenta se da. Su pelo se ha encanecido, pero él ni cuenta se da.


Judá ha sido infiel. En Israel y en Jerusalén se ha cometido algo detestable: al casarse con mujeres que adoran a un dios extraño, Judá ha profanado el santuario que el Señor ama.


En ese tiempo también todos nosotros vivíamos como ellos, impulsados por nuestros deseos pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propósitos. Como los demás, éramos por naturaleza merecedores de la ira de Dios.


El Señor dijo a Moisés: «Tú irás a descansar con tus antepasados y muy pronto esta gente me será infiel con los dioses extraños del territorio al que van a entrar. Me abandonarán y quebrantarán el pacto que hice con ellos.


Y ese día, sin duda alguna, ocultaré mi rostro, por haber cometido la maldad de irse tras otros dioses.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite