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Isaías 46:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

9 Recuerden las cosas pasadas, aquellas de antaño; yo soy Dios y no hay ningún otro, yo soy Dios y no hay nadie igual a mí.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Recuerden las cosas que hice en el pasado. ¡Pues solo yo soy Dios! Yo soy Dios, y no hay otro como yo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Recuerden las cosas que pasaron antiguamente. Yo soy Dios y no hay otro igual, soy Dios y no hay nada divino fuera de mí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Recordando de las cosas pasadas predichas: Yo soy Dios, y no hay otro, No hay otro Dios semejante a mí,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Recordad las cosas pasadas de antaño: que yo soy Dios y nadie más, soy Dios y nadie como yo.

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Isaías 46:9
28 Referans Kwoze  

»Pero una cosa guardaste en tu corazón, y sé muy bien que la tuviste en mente:


Ha hecho memorables sus maravillas. El Señor es misericordioso y compasivo.


¿Quién, Señor, se te compara entre los dioses? ¿Quién se te compara en grandeza y santidad? Tú, Hacedor de maravillas, nos impresionas con tus portentos.


—Mañana mismo —contestó el faraón. —Así se hará —respondió Moisés—, para que reconozcas que no hay ninguno como el Señor nuestro Dios.


Porque esta vez voy a enviar el grueso de mis plagas contra ti, y contra tus funcionarios y tu pueblo, para que sepas que no hay en toda la tierra nadie como yo.


¿Quién lo anunció desde el principio para que lo supiéramos? ¿Quién lo anunció de antemano, para que dijéramos: “Tenía razón”? Nadie lo anunció ni lo proclamó; nadie los oyó proclamar mensaje alguno.


Yo fui el primero en decirle a Sión: “¡Mira, ya están aquí!”. Yo fui quien envió a Jerusalén un mensajero de buenas noticias.


Las cosas pasadas se han cumplido y ahora anuncio cosas nuevas; las anuncio antes que sucedan».


«Ustedes son mis testigos», afirma el Señor, «y mi siervo a quien he escogido, para que me conozcan y crean en mí, y entiendan que yo soy. Antes de mí no hubo ningún otro dios ni habrá ninguno después de mí.


Así dice el Señor: «Los productos de Egipto y la mercancía de Cus pasarán a ser de tu propiedad; los sabeos, hombres de elevada estatura, marcharán detrás de ti en cadenas. Se postrarán en tu presencia y suplicantes te dirán: “Hay un solo Dios, no hay ningún otro, y ese Dios está contigo”».


Porque así dice el Señor, el que creó los cielos; el Dios que formó la tierra, que la hizo y la estableció; que no la creó para dejarla vacía, sino que la formó para ser habitada: «Yo soy el Señor y no hay ningún otro.


»¿Con quién vas a compararme o a quién me vas a igualar? ¿A quién vas a asemejarme para que seamos parecidos?


Desde hace mucho tiempo anuncié las cosas pasadas. Yo las profeticé; yo mismo las di a conocer. Actué de repente y se hicieron realidad.


»Presten atención, que estoy por crear un cielo nuevo y una tierra nueva. No volverán a mencionarse las cosas pasadas ni se traerán a la memoria.


«Como león que sale de la espesura del Jordán hacia praderas de verdes pastos, en un instante espantaré de su tierra a los de Edom. ¿Quién es el elegido que nombraré para esto? Porque, ¿quién como yo? ¿Quién me puede desafiar? ¿Qué pastor se me puede oponer?».


Como león que sale de la espesura del Jordán hacia praderas de verdes pastos, en un instante espantaré de su tierra a los de Babilonia. ¿Quién es el elegido que nombraré para esto? Porque, ¿quién como yo? ¿Quién me puede desafiar? ¿Qué pastor se me puede oponer?».


Así dice el Señor: «Deténganse en los caminos y miren; pregunten por los senderos antiguos. Pregunten por el buen camino, ¡y sigan por él! Así hallarán el descanso anhelado. Pero ellos dijeron: “¡No lo seguiremos!”.


Entonces sabrán que yo estoy en medio de Israel, que yo soy el Señor su Dios, y no hay otro fuera de mí. ¡Nunca más será avergonzado mi pueblo!


para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y para el cual vivimos; y no hay más que un solo Señor, Jesucristo, por quien todo existe y por medio del cual vivimos.


Recuerda los días de antaño; considera las generaciones pasadas. Pídele a tu padre que te lo diga, y a los jefes que te lo expliquen.


»No hay nadie como el Dios de Jesurún, que para ayudarte cabalga en los cielos, entre las nubes, con toda su majestad.


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