Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Isaías 41:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

16 Las lanzarás al aire y se las llevará el viento; un vendaval las dispersará. Pero tú te alegrarás en el Señor, te gloriarás en el Santo de Israel.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

16 Los aventarás, y los llevará el viento, y los esparcirá el torbellino; pero tú te regocijarás en Jehová, te gloriarás en el Santo de Israel.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Los lanzarás al aire y el viento se los llevará; un remolino los esparcirá. Entonces te alegrarás en el Señor; te gloriarás en el Santo de Israel.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Las echarás al viento, que se las llevará, el temporal las dispersará; pero tú te alegrarás en Yavé, y te sentirás orgulloso con el Santo de Israel.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

16 Los aventarás, y el viento se los llevará, Y los esparcirá el torbellino; Pero tú te regocijarás con YHVH, Te gloriarás en el Santo de Israel.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Las aventarás, y el viento se las llevará, las dispersará el huracán; y tú te alegrarás en Yahveh, en el Santo de Israel te gloriarás.

Gade chapit la Kopi




Isaías 41:16
31 Referans Kwoze  

En cambio, los malvados son como paja arrastrada por el viento.


¡Canta y grita de alegría, habitante de Sión, pues es grande, en medio de ti, el Santo de Israel!».


Aunque esos pueblos braman como aguas encrespadas; huyen lejos cuando él los reprende, arrastrados por el viento como la paja de los cerros, como el polvo con el vendaval.


En aquel día se dirá: «¡Sí, este es nuestro Dios; en él confiamos y él nos salvó! ¡Este es el Señor, en él hemos confiado; regocijémonos y alegrémonos en su salvación!».


En aquel día el Señor de los Ejércitos será una hermosa corona, una diadema gloriosa para el remanente de su pueblo.


Los pobres volverán a alegrarse en el Señor; los más necesitados se regocijarán en el Santo de Israel.


Pero la multitud de tus enemigos quedará hecha polvo fino, y la multitud de violentos será como la paja que se lleva el viento. De repente, en un instante,


Volverán los rescatados del Señor y entrarán en Sión con cantos de júbilo; su corona será el gozo eterno. Se llenarán de regocijo y alegría, y se apartarán de ellos el dolor y los quejidos.


Escasamente han sido plantados, apenas han sido sembrados, apenas echan raíces en la tierra, cuando él sopla sobre ellos, se marchitan y el huracán los arrasa como paja.


Sin duda, el Señor consolará a Sión; consolará todas sus ruinas. Convertirá en un Edén su desierto; en huerto del Señor sus tierras secas. En ella encontrarán alegría y regocijo, acción de gracias y música de salmos.


Ya no será el sol tu luz durante el día ni con su resplandor te alumbrará la luna, porque el Señor será tu luz eterna; tu Dios será tu gloria.


Alégrense más bien y regocíjense por siempre, por lo que estoy a punto de crear: Estoy por crear una Jerusalén feliz, un pueblo lleno de alegría.


Te arrojaré al viento con el rastrillo en las puertas de la ciudad. A ti te dejaré sin hijos y a mi pueblo lo destruiré, porque no cambió su conducta.


Enviaré contra Babilonia extranjeros que la lancen por los aires, que la aviente como se avienta el trigo, hasta dejarla vacía. En el día de su calamidad la atacarán por todas partes.


»Tú eres mi mazo, mi arma de guerra; contigo destrozo naciones y reinos.


Porque así dice el Señor de los Ejércitos, el Dios de Israel: «La hija de Babilonia es como una parcela en el momento en que se limpia el trigo; ¡ya le llega el tiempo de la cosecha!».


Con ellos se hicieron añicos el hierro y el barro, junto con el bronce, la plata y el oro, que se volvieron como paja en la era del verano. El viento los barrió sin dejar rastro. Pero la roca que golpeó la estatua se convirtió en una montaña enorme que llenó toda la tierra.


Pero no daré rienda suelta a mi ira ni volveré a destruir a Efraín. Porque yo soy Dios y no hombre, el Santo está entre ustedes; y no iré contra sus ciudades».


Alégrense, habitantes de Sión, regocíjense en el Señor su Dios, porque les ha dado las lluvias de otoño. Él envía la lluvia, la de otoño y la de primavera, como en tiempos pasados.


El remanente de Jacob será, entre las naciones, en medio de muchos pueblos, como un león entre los animales del bosque, como un leoncillo entre las ovejas del rebaño, que al pasar las pisotea y las desgarra sin que nadie pueda rescatarlas.


aun así, yo me regocijaré en el Señor. ¡Me alegraré en el Dios de mi salvación!


Tiene el aventador en la mano y limpiará su era recogiendo el trigo en su granero. La paja, en cambio, la quemará con fuego que nunca se apagará».


Y no solo esto, sino que también nos regocijamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, pues gracias a él ya hemos recibido la reconciliación.


Porque la circuncisión somos nosotros, los que por medio del Espíritu de Dios adoramos, nos enorgullecemos en Cristo Jesús y no ponemos nuestra confianza en esfuerzos humanos.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite