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Isaías 33:17 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

17 Tus ojos verán al rey en su esplendor y contemplarán una tierra que se extiende hasta muy lejos.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

17 Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Sus ojos verán al rey en todo su esplendor, y verán una tierra que se pierde en la distancia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Tus ojos contemplarán a un rey en su esplendor y verán un país ampliado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Al Rey en su esplendor contemplarán tus ojos, Verán una tierra de grandes extensiones.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 A un rey en su esplendor contemplarán tus ojos, y verán un vastísimo país.

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Isaías 33:17
20 Referans Kwoze  

Entonces muchos fueron a Jerusalén con ofrendas para el Señor y regalos para Ezequías, rey de Judá. De este modo aumentó el prestigio de Ezequías entre todas las naciones.


Yo mismo lo veré con mis propios ojos; yo lo veré, no otro. ¡Este anhelo me consume las entrañas!


No me entregaste al enemigo, sino que me pusiste en lugar espacioso.


Tú eres el más apuesto de los hombres; tus labios son fuente de hermosas palabras, ya que Dios te ha bendecido para siempre.


Mi amado es apuesto y trigueño, y entre diez mil hombres se le distingue.


La luna se sonrojará y el sol se avergonzará, porque sobre el monte Sión, sobre Jerusalén, reinará el Señor de los Ejércitos, glorioso entre sus jefes.


Tú, Señor, has engrandecido a la nación; la has engrandecido y te has glorificado; has extendido las fronteras de todo el país.


Allí el Señor nos mostrará su poder. Será como un lugar de anchos ríos y canales. Ningún barco de remos surcará sus aguas ni barcos poderosos navegarán por ellas.


Porque el Señor es nuestro juez; el Señor es nuestro legislador; el Señor es nuestro rey: ¡Él nos salvará!


Cuando el rey Ezequías escuchó esto, se rasgó las vestiduras, se vistió de luto y fue al Templo del Señor.


Entonces grité: «¡Ay de mí, que estoy perdido! Soy un hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo de labios impuros y mis ojos han visto al Rey, al Señor de los Ejércitos».


¡Qué bueno y hermoso será todo ello! El trigo hará florecer a los jóvenes y el vino nuevo, a las muchachas.


Allí se transfiguró en presencia de ellos; su rostro resplandeció como el sol y su ropa se volvió blanca como la luz.


Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y contemplamos su gloria, la gloria que corresponde al Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.


¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará; y yo también lo amaré y me manifestaré a él.


»Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la creación del mundo.


Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno.


Queridos hermanos, ahora somos hijos de Dios, pero todavía no se ha manifestado lo que habremos de ser. Sabemos, sin embargo, que cuando Cristo venga seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es.


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