Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Isaías 30:32 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

32 Cada golpe que el Señor descargue sobre ella con su vara de castigo será al son de panderos y de arpas; agitando su brazo, peleará contra ellos.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

32 Y cada golpe de la vara justiciera que asiente Jehová sobre él, será con panderos y con arpas; y en batalla tumultuosa peleará contra ellos.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

32 Y cuando el Señor los golpee con su vara de castigo, su pueblo celebrará con arpas y panderetas. Él levantará su brazo poderoso y peleará contra los asirios.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Una y otra vez recibirá los bastonazos que le pegará Yavé.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

32 Y cada golpe de la vara justiciera que YHVH descargue en ellos, Será acompañado con panderos y con arpas, Cuando se enfrente contra ellos en la tumultuosa batalla.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 y cada pasada de la fusta será un castigo que Yahveh le descarga, al son de tambores y cítaras. En agitadas batallas la combatirá.

Gade chapit la Kopi




Isaías 30:32
20 Referans Kwoze  

¿Por qué has huido en secreto, con engaños y sin decirme nada? Yo te habría despedido con alegría y cantos al son de panderos y de arpa.


Él se apoya en la fuerza humana, mientras que nosotros contamos con el Señor nuestro Dios, quien nos brinda su ayuda y pelea nuestras batallas». Al oír las palabras de Ezequías, rey de Judá, el pueblo se tranquilizó.


Yo vivía tranquilo, pero él me destrozó; me agarró por el cuello y me hizo pedazos; me hizo blanco de sus ataques.


Por eso, así dice el Señor, el Señor de los Ejércitos: «Pueblo mío que vives en Sión, no tengas temor de Asiria, aunque te golpee con el bastón y contra ti levante una vara, como lo hizo Egipto.


Con un látigo los azotará el Señor de los Ejércitos, como cuando abatió a Madián en la roca de Oreb; levantará sobre el mar su vara, como lo hizo en Egipto.


Secará el Señor el golfo del mar de Egipto; pasará su mano sobre el río Éufrates y lanzará un viento ardiente; lo dividirá en siete arroyos para que lo puedan cruzar en sandalias.


En aquel día los egipcios se volverán cobardes. Se estremecerán de terror ante la mano amenazante que el Señor de los Ejércitos agita contra ellos.


La gente se meterá en las cuevas de las rocas y en las grietas del suelo, ante la temible presencia del Señor y el esplendor de su majestad, cuando él se levante para hacer temblar la tierra.


Miren, el Señor arrasa la tierra y la devasta, trastorna su faz y dispersa a sus habitantes.


Cesó el ritmo de los panderos, se aplacó el bullicio de los que se divierten, se apagó el júbilo del arpa.


Ustedes cantarán como en noche de fiesta sagrada; su corazón se alegrará, como cuando uno sube con flautas a la montaña del Señor, a la Roca de Israel.


Porque así me dice el Señor: «Como león que gruñe sobre la presa cuando contra él se reúne toda una cuadrilla de pastores; como cachorro de león que no se asusta por sus gritos ni se inquieta por su tumulto, así también el Señor de los Ejércitos descenderá para combatir sobre el monte Sión, sobre su cumbre.


oh virginal Israel. Te edificaré de nuevo; ¡sí, serás reedificada! De nuevo tomarás panderos y saldrás a bailar con alegría.


Estabas en Edén, en el jardín de Dios, adornado con toda clase de piedras preciosas: rubí, crisólito, jade, topacio, ónice, jaspe, zafiro, turquesa y esmeralda. Tus joyas y encajes estaban cubiertos de oro, especialmente preparados para ti el día en que fuiste creado.


Haré que por ti muchos pueblos queden consternados. Cuando yo esgrima mi espada delante de ellos, sus reyes se estremecerán. En el día de tu caída, en todo momento temblarán de miedo por temor a perder la vida.


En aquella ocasión, su voz estremeció la tierra, pero ahora ha prometido: «Una vez más haré que se estremezca no solo la tierra, sino también el cielo».


»De ahí llegarás a Guibeá de Dios, donde hay una guarnición filistea. Al entrar en la ciudad te encontrarás con un grupo de profetas que bajan del santuario. Vendrán profetizando, precedidos por músicos que tocan liras, panderos, flautas y arpas.


Ahora bien, cuando el ejército regresó, después de haber matado David al filisteo, de todos los pueblos de Israel salían mujeres a recibir al rey Saúl. Al son de liras y panderos, cantaban y bailaban,


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite