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Isaías 29:15 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

15 ¡Ay! de los que, para esconder sus planes, se ocultan del Señor en las profundidades. Cometen sus fechorías en la oscuridad y piensan: «¿Quién nos ve? ¿Quién nos conoce?».

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

15 ¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 ¡Qué aflicción les espera a los que intentan esconder sus planes del Señor, a los que hacen sus malas acciones en la oscuridad! «El Señor no puede vernos —dicen—; no sabe lo que está pasando».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 ¡Ay de los que disimulan sus planes y creen que se esconden de Yavé! Traman sus proyectos en la oscuridad, y luego dicen: '¿Quién nos ve, quién lo sabe?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 ¡Ay de los que ahondan para ocultarle sus designios a YHVH! Hacen sus obras en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, quién se entera?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 ¡Ay de quienes esconden muy hondo, lejos de Yahveh, sus proyectos, y en las tinieblas realizan sus obras, diciendo: '¿Quién nos ve o quién nos conoce?'.

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Isaías 29:15
30 Referans Kwoze  

Después del luto, David mandó que se la llevaran al palacio y la tomó por esposa. Con el tiempo, ella le dio un hijo. Sin embargo, lo que David había hecho desagradó al Señor.


Además, los israelitas hacían cosas en secreto contra el Señor su Dios y, dondequiera que habitaban, se construían altares paganos. Desde las torres de vigilancia hasta las ciudades fortificadas,


No hay lugares oscuros ni sombras profundas que puedan esconder a los malhechores.


Echan espuma por la boca, lanzan espadas por sus fauces y dicen: «¿Quién va a oírnos?».


Hasta dicen: «¿Cómo puede Dios saberlo? ¿Acaso el Altísimo tiene entendimiento?».


Con astucia conspiran contra tu pueblo; conspiran contra aquellos a quienes tú proteges.


Ustedes dicen: «Hemos hecho un convenio con la muerte; hemos hecho una alianza con el sepulcro. Cuando venga una calamidad abrumadora, no nos podrá alcanzar, porque hemos hecho de la mentira nuestro refugio y del engaño nuestro escondite».


Pondré como nivel la justicia y la rectitud como plomada. El granizo arrasará con el refugio de la mentira y las aguas inundarán el escondite.


El Señor ha dictado esta sentencia: «Ay de los hijos rebeldes que ejecutan planes que no son míos, que hacen alianzas contrarias a mi Espíritu, que amontonan pecado sobre pecado,


Tú has confiado en tu maldad, y has dicho: “Nadie me ve”. Tu sabiduría y tu conocimiento te engañan cuando a ti misma te dices: “Yo soy y no hay otra fuera de mí”.


Yo denunciaré tu justicia y tus obras, y de nada te servirán.


«¿Podrá el hombre hallar un escondite donde yo no pueda encontrarlo?», afirma el Señor. «¿Acaso no soy yo el que llena los cielos y la tierra?», afirma el Señor.


Y él me dijo: «Hijo de hombre, ¿ves lo que hacen los ancianos israelitas en los oscuros nichos de sus ídolos? Andan diciendo: “El Señor no nos ve. El Señor abandonó esta tierra”».


Entonces me dijo: «Hijo de hombre, cava en el muro». Yo cavé en el muro y me encontré con una puerta.


Él me respondió: «La iniquidad del pueblo de Israel y de Judá es extremadamente grande. El país está lleno de violencia; la ciudad, llena de injusticia. Porque ellos dicen: “El Señor abandonó la tierra; el Señor no nos ve”.


Los rebeldes se han excedido en su matanza; por eso, yo los disciplinaré a todos.


En aquel tiempo registraré Jerusalén con lámparas para castigar a los que reposan tranquilos como vino en su sedimento, a los que piensan: “El Señor no va a hacer nada, ni para bien ni para mal”.


Ustedes han cansado al Señor con sus palabras. Y encima preguntan: «¿En qué lo hemos cansado?». En que dicen: «Todo el que hace lo malo agrada al Señor y él se complace con ellos». O se preguntan: «¿Dónde está el Dios de justicia?».


Esta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, pero la humanidad prefirió la oscuridad a la luz, porque sus obras eran malas.


Por lo tanto, no juzguen nada antes de tiempo; esperen hasta que venga el Señor. Él sacará a la luz lo que está oculto en la oscuridad y pondrá al descubierto las intenciones de cada corazón. Entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que le corresponda.


Más bien, hemos renunciado a todo lo vergonzoso que se hace a escondidas; no actuamos con engaño ni torcemos la palabra de Dios. Al contrario, mediante la clara exposición de la verdad, nos recomendamos a toda conciencia humana en la presencia de Dios.


A los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo soy el que escudriña la mente y el corazón y a cada uno de ustedes lo trataré de acuerdo con sus obras.


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