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Isaías 24:20 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

20 La tierra se tambalea como un borracho, se sacude como una choza. Tanto pesa sobre ella su rebelión que caerá para no volver a levantarse.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

20 Temblará la tierra como un ebrio, y será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 La tierra se tambalea como un borracho; tiembla como una carpa en medio de una tormenta. Cae para no volver a levantarse, porque es muy pesada la culpa de su rebelión.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 la tierra se bambolea como un borracho, se balancea como una hamaca; es tanto el peso de sus faltas con las que debe cargar, que cae al suelo sin poder levantarse.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 La tierra se tambalea, Vacila como un ebrio, Se tambalea como una barraca, ¡Tanto le pesa su pecado! Se desploma, y no se alza más.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Vacilará la tierra como un ebrio, oscilará como una cabaña, pesará sobre ella su pecado, caerá y nunca se levantará.

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Isaías 24:20
26 Referans Kwoze  

Tan terrible será el hambre que nadie se acordará de la abundancia que antes hubo en el país.


Sin luz, los hace andar a tientas en medio de la oscuridad y los hace tambalear como borrachos.


Como ebrios tropezaban, se tambaleaban; de nada les sirvió toda su pericia.


Mis maldades me abruman, son una carga demasiado pesada para mí.


Pero los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados y perecerán los que abandonan al Señor.


La hija Sión ha quedado como cobertizo en un viñedo, como choza en un huerto de pepinos, como ciudad sitiada.


El Señor ha infundido en ellos un espíritu de desconcierto. En todo lo que hace Egipto le han hecho perder el rumbo. Como un borracho en su vómito, Egipto se tambalea.


Miren, el Señor arrasa la tierra y la devasta, trastorna su faz y dispersa a sus habitantes.


También sacerdotes y profetas se tambalean por causa del vino, trastabillan por causa del licor; quedan aturdidos con el vino, tropiezan a causa del licor. Cuando tienen visiones, titubean; cuando toman decisiones, vacilan.


Pierdan el juicio, quédense pasmados, pierdan la vista, quédense ciegos; embriáguense, pero no con vino; tambaléense, pero no por la cerveza.


Me quitaron mi casa, me la arrebataron, como si fuera la tienda de campaña de un pastor. Como un tejedor enrollé mi vida y él me la arrancó del telar. ¡De la noche a la mañana acabó conmigo!


Tu primer antepasado pecó; tus voceros se rebelaron contra mí.


«Entonces saldrán y contemplarán los cadáveres de los que se rebelaron contra mí. Porque no morirá el gusano que los devora ni su fuego se apagará. ¡Repulsivos serán a toda la humanidad!».


«Tú les dirás: “Así dice el Señor de los Ejércitos, el Dios de Israel: ‘Beban, emborráchense, vomiten y caigan para no levantarse más, por causa de la espada que estoy por mandar contra ustedes’ ”.


Miré las montañas y estaban temblando; ¡se sacudían todas las colinas!


La tierra tiembla y se sacude; se cumplen los planes del Señor contra Babilonia al convertirla en un desierto desolado donde nadie ha de habitar.


»Pero tú les advertirás que así dice el Señor: »“Cuando los hombres caen, ¿acaso no se levantan? Cuando uno se desvía, ¿acaso no vuelve al camino?


»Mis pecados fueron atados a un yugo; sus manos los ataron juntos. Me los ha colgado al cuello, y ha debilitado mis fuerzas. Me ha entregado en manos de gente a la que no puedo ofrecer resistencia.


Después de eso, el rey del norte regresará a la fortaleza de su país, pero sufrirá un tropiezo y no volverá a saberse nada de él.


Y caerán para no levantarse jamás los que juran por la culpa de Samaria, los que dicen: “¡Tan cierto como que tu dios vive, oh Dan! ¡Tan cierto como que tu dios vive, Berseba!”».


Ante él tiemblan las montañas y se desmoronan las colinas. Ante él se agita la tierra, el mundo y todos los que en él habitan.


Entonces un ángel poderoso levantó una piedra del tamaño de una gran rueda de molino y la arrojó al mar diciendo: «Así también tú, Babilonia, gran ciudad, serás derribada con la misma violencia y desaparecerás de la faz de la tierra.


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