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Isaías 17:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

14 Al atardecer vendrá el terror repentino y antes del amanecer dejarán de existir. Tal es el destino de quienes nos despojan; eso les espera a quienes nos saquean.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

14 Al tiempo de la tarde, he aquí la turbación, pero antes de la mañana el enemigo ya no existe. Esta es la parte de los que nos aplastan, y la suerte de los que nos saquean.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 En la noche, Israel espera aterrado; pero al amanecer, sus enemigos están muertos. Esta es la justa recompensa para quienes nos saquean, un final apropiado para quienes nos destruyen.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Espanto, al caer la tarde, pero antes de amanecer ya no queda nadie. Esa será la suerte de nuestros opresores, el destino de los que nos saquean.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 He aquí, al anochecer se presenta el terror, Pero antes del amanecer ya no existen. Tal es el destino de los que nos oprimen, La suerte de quienes nos saquean.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Al llegar la tarde, mirad: terror repentino; a la mañana ya no existen. Éste es el destino de quienes nos saquean, la suerte de quienes nos despojan.

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Isaías 17:14
24 Referans Kwoze  

Y estos dijeron a Isaías: «Así dice Ezequías: “Hoy es un día de angustia, castigo y deshonra, como cuando los hijos están a punto de nacer y no se tienen fuerzas para darlos a luz.


Esa misma noche el ángel del Señor salió y mató a ciento ochenta y cinco mil hombres del campamento asirio. A la mañana siguiente, cuando los demás se levantaron, allí estaban tendidos todos los cadáveres.


Tal es el fin que Dios reserva al malvado; tal es la herencia que le asignó».


Pero pasó al olvido y dejó de existir; lo busqué y ya no pude encontrarlo.


porque el Señor defenderá su causa y despojará a quienes los despojen.


Dentro de muy poco tiempo mi indignación contra ti llegará a su fin y mi ira destruirá a tus enemigos».


El centinela responde: «Ya viene la mañana, pero también la noche. Si quieren preguntar, pregunten; si quieren volver, vuelvan».


Pero a Ariel la sitiaré; habrá llanto y lamento, y será para mí como un brasero del altar.


Pero la multitud de tus enemigos quedará hecha polvo fino, y la multitud de violentos será como la paja que se lleva el viento. De repente, en un instante,


La multitud de todas las naciones que batallan contra Ariel, todos los que luchan contra ella y contra su fortaleza, aquellos que la asedian, serán como un sueño, como una visión nocturna.


Su aliento es cual torrente desbordado que llega hasta el cuello, para sacudir a las naciones y llevarlas a la ruina. Pone en las quijadas de los pueblos un freno que los desvía.


¡Ay de ti, destructor, que no has sido destruido! ¡Ay de ti, traidor, que no has sido traicionado! Cuando dejes de destruir, te destruirán; cuando dejes de traicionar, te traicionarán.


Dentro de ti meditarás acerca del terror y dirás: «¿Dónde está el que lleva la cuenta? ¿Dónde el recaudador de impuestos? ¿Dónde el que lleva el registro de las torres?».


Él les ha asignado sus lugares; su mano les señaló su territorio. Ellos los poseerán para siempre y morarán allí por todas las generaciones.


Aunque busques a tus enemigos, no los encontrarás. Los que te hacen la guerra serán como nada, como si no existieran.


Esto es lo que te ha tocado como recompensa, la porción que he medido para ti», afirma el Señor, «pues me has olvidado y has confiado en la mentira.


Israel estaba consagrado al Señor, era las primicias de su cosecha; todo el que comía de él sufría las consecuencias, les sobrevenía la calamidad”», afirma el Señor.


Pero yo despojaré por completo a Esaú; pondré a descubierto sus escondites, y no podrá ocultarse. Sus hijos, parientes y vecinos, serán destruidos y dejarán de existir.


No tendrán que ir a buscar leña al monte ni tendrán que cortarla de los bosques, porque la leña que usarán serán sus propias armas. Además, saquearán a sus saqueadores y despojarán a sus despojadores, afirma el Señor y Dios.


El Señor tomará posesión de Judá, su porción en tierra santa y de nuevo escogerá a Jerusalén.


»¡Así perezcan todos tus enemigos, oh Señor! Pero los que te aman sean como el sol cuando sale en todo su esplendor». Entonces el país tuvo paz durante cuarenta años.


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