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Hechos 8:29 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

29 El Espíritu dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro».

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

29 Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 El Espíritu Santo le dijo a Felipe: «Acércate y camina junto al carruaje».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 El Espíritu dijo a Felipe: 'Acércate a ese carro y quédate pegado a su lado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 Entonces el Espíritu dijo a Felipe: Acércate, y júntate a ese carro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Dijo el Espíritu a Felipe: 'Avanza y pégate a ese carro'.

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Hechos 8:29
16 Referans Kwoze  

Antes que me llamen, yo les responderé; todavía estarán hablando cuando ya los habré escuchado.


Conozcamos al Señor; esforcémonos por conocerlo. Tan cierto como que sale el sol, él habrá de manifestarse; vendrá a nosotros como la lluvia de invierno, como la lluvia de primavera que riega la tierra.


Mientras Pedro seguía reflexionando sobre el significado de la visión, el Espíritu le dijo: «Mira, Simón, tres hombres te buscan.


El Espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar. También fueron conmigo estos seis hermanos y entramos en la casa de aquel hombre.


Este vino a vernos, tomó el cinturón de Pablo, se ató con él de pies y manos, entonces dijo: —Así dice el Espíritu Santo: “De esta manera atarán los judíos de Jerusalén al dueño de este cinturón y lo entregarán en manos de los no judíos”.


No pudieron ponerse de acuerdo entre sí, y comenzaron a irse cuando Pablo añadió esta última declaración: —Con razón el Espíritu Santo habló a sus antepasados por medio del profeta Isaías diciendo:


Un ángel del Señor dijo a Felipe: «Ponte en marcha hacia el sur, por el camino del desierto que baja de Jerusalén a Gaza».


y, de regreso a su país, iba sentado en su carro leyendo el libro del profeta Isaías.


Felipe se acercó de prisa al carro y, al oír que el hombre leía al profeta Isaías, preguntó: —¿Acaso entiende usted lo que está leyendo?


Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor se llevó de repente a Felipe. El eunuco no volvió a verlo, pero siguió alegre su camino.


Todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien reparte a cada uno según él lo determina.


El Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos abandonarán la fe para seguir a inspiraciones engañosas y doctrinas diabólicas.


Por eso, como dice el Espíritu Santo: «Si ustedes oyen hoy su voz,


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