Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Hechos 3:26 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

26 Cuando Dios resucitó a su siervo, lo envió primero a ustedes para darles la bendición de que cada uno se convierta de sus maldades».

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

26 A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Cuando Dios levantó a su siervo, Jesús, lo envió primero a ustedes, pueblo de Israel, para bendecirlos al hacer que cada uno se aparte de sus caminos pecaminosos».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Por ustedes, en primer lugar, Dios ha resucitado a su Siervo y lo ha enviado para bendecirles, con tal que cada uno renuncie a su mala vida.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

26 A vosotros primeramente, Dios, habiendo resucitado a su Siervo, lo ha enviado para que os bendiga, a fin de apartar° a cada uno de vuestras maldades.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Para vosotros, en primer lugar, ha suscitado Dios a su siervo y lo ha enviado para bendeciros, a condición de que cada uno se aparte de sus maldades.'

Gade chapit la Kopi




Hechos 3:26
41 Referans Kwoze  

Que su nombre perdure para siempre; que su fama permanezca como el sol. Que en su nombre sean bendecidas las naciones; que todas ellas lo proclamen dichoso.


«Por cierto, he escuchado el lamento de Efraín: “Me has azotado como a un ternero sin domar y he aceptado tu corrección. Hazme volver, y seré restaurado; porque tú, Señor, eres mi Dios.


Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».


—No fui enviado sino a las ovejas perdidas del pueblo de Israel —contestó Jesús.


en su nombre se predicarán el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén.


Ahora ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación proviene de los judíos.


Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, hasta en los confines de la tierra.


»Hermanos, descendientes de Abraham, y ustedes, los no judíos temerosos de Dios: a nosotros se nos ha enviado este mensaje de salvación.


Sin embargo, Dios lo resucitó, librándolo de las angustias de la muerte, porque era imposible que la muerte lo mantuviera bajo su dominio.


A este Jesús, Dios lo resucitó y de ello todos nosotros somos testigos.


Al contrario, comenzando con los que estaban en Damasco, siguiendo con los que estaban en Jerusalén y en toda Judea, y luego con los no judíos, a todos les prediqué que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, y que demostraran su arrepentimiento con sus buenas obras.


El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros antepasados, ha glorificado a su siervo Jesús. Ustedes lo entregaron y lo rechazaron ante Pilato, aunque este había decidido soltarlo.


Mataron al autor de la vida, pero Dios lo levantó de entre los muertos, y de eso nosotros somos testigos.


a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor, enviándoles el Cristo que ya había sido preparado para ustedes, el cual es Jesús.


Moisés dijo: “El Señor su Dios hará surgir para ustedes, de entre sus hermanos, a un profeta como yo; presten atención a todo lo que les diga.


Ustedes, pues, son herederos de los profetas y del pacto que Dios estableció con sus antepasados al decirle a Abraham: “Todos los pueblos del mundo serán bendecidos por medio de tu descendencia”.


A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos primeramente, pero también de los que no son judíos.


Sé que, cuando los visite, iré con la abundante bendición de Cristo.


Les digo que Cristo se hizo servidor de los judíos para demostrar la fidelidad de Dios, a fin de confirmar las promesas hechas a los patriarcas,


Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo.


¡Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para que tengamos una esperanza viva


No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición.


A aquel que es poderoso para guardarlos sin caída y presentarlos sin mancha delante de su gloria con gran alegría,


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite