Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Hechos 12:17 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

17 Con la mano Pedro hizo señas de que se callaran y les contó cómo el Señor lo había sacado de la cárcel. —Cuéntenles esto a Santiago y a los hermanos —dijo. Luego salió y se fue a otro lugar.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

17 Pero él, haciéndoles con la mano señal de que callasen, les contó cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y dijo: Haced saber esto a Jacobo y a los hermanos. Y salió, y se fue a otro lugar.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Él les hizo señas para que se callaran y les contó cómo el Señor lo había sacado de la cárcel. «Díganles a Santiago y a los demás hermanos lo que pasó», dijo. Y después se fue a otro lugar.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Les hizo señas con la mano pidiendo silencio, y les contó cómo el Señor lo había sacado de la cárcel. En seguida les dijo: 'Comuniquen esto a Santiago y a los hermanos. Luego salió y se fue a otro lugar.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

17 Y haciéndoles con la mano señal de que callaran, relató cómo el Señor lo había sacado de la cárcel. Y dijo: Informad de esto a Jacobo y a los hermanos. Y saliendo, se fue a otro lugar.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Él hizo señas con la mano para que se callaran, les refirió cómo el Señor le había sacado de la cárcel y añadió: 'Contádselo a Santiago y a los hermanos'. Salió y se fue a otro lugar.

Gade chapit la Kopi




Hechos 12:17
28 Referans Kwoze  

El Señor hace justicia a los oprimidos, da de comer a los hambrientos y pone en libertad a los cautivos.


Vengan ustedes, temerosos de Dios, escuchen, que voy a contarles todo lo que él ha hecho por mí.


Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra. Les aseguro que no terminarán de recorrer las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del hombre.


¿No es este el carpintero, el hijo de María? ¿Acaso no es el hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿No están sus hermanas aquí con nosotros? Y se escandalizaban a causa de él.


Cuando por fin salió, no podía hablarles, así que se dieron cuenta de que allí había tenido una visión. Se podía comunicar solo por señas, pues seguía mudo.


Volvió Jesús al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había estado bautizando antes; y allí se quedó.


Por eso Jesús ya no andaba en público entre los judíos. Se retiró más bien a una región cercana al desierto, a un pueblo llamado Efraín, donde se quedó con sus discípulos.


Simón Pedro hizo señas a ese discípulo y le dijo: —Pregúntale a quién se refiere.


Algún tiempo después, Jesús andaba por Galilea. No tenía ningún interés en ir a Judea, porque allí los judíos buscaban la oportunidad para matarlo.


Entonces los judíos tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús se escondió y salió inadvertido del Templo.


Por aquellos días Pedro se puso de pie en medio de los creyentes, que eran un grupo como de ciento veinte personas, y dijo:


Entre tanto, Pedro seguía llamando. Cuando abrieron la puerta y lo vieron, quedaron pasmados.


Al amanecer se produjo un gran alboroto entre los soldados respecto al paradero de Pedro.


Pablo se puso en pie, hizo una señal con la mano y dijo: «Escúchenme, israelitas, y ustedes, los no judíos temerosos de Dios:


Cuando terminaron, Santiago tomó la palabra y dijo: —Hermanos, escúchenme.


Al salir de la cárcel, Pablo y Silas se dirigieron a la casa de Lidia, donde se vieron con los hermanos y los animaron. Después se fueron.


Los judíos empujaron a un tal Alejandro hacia adelante, y algunos de entre la multitud lo sacaron para que tomara la palabra. Él agitó la mano para pedir silencio y presentar su defensa ante el pueblo.


Al día siguiente Pablo fue con nosotros a ver a Santiago; todos los líderes religiosos estaban presentes.


Con el permiso del comandante, Pablo se puso de pie en las gradas e hizo una señal con la mano a la multitud. Cuando todos guardaron silencio, dijo en hebreo:


Los hermanos de Roma, habiéndose enterado de nuestra situación, salieron hasta el Foro de Apio y Tres Tabernas a recibirnos. Al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró ánimo.


Luego se apareció a Santiago, más tarde a todos los apóstoles,


No vi a ningún otro de los apóstoles; solo vi a Santiago, el hermano del Señor.


Antes que llegaran algunos de parte de Santiago, él solía comer con los no judíos. Pero cuando aquellos llegaron, comenzó a retraerse y a separarse de los no judíos por temor a los partidarios de la circuncisión.


En efecto, Santiago, Cefas y Juan, que eran considerados columnas, al reconocer la gracia que yo había recibido, nos dieron la mano a Bernabé y a mí en señal de compañerismo, de modo que nosotros fuéramos a los no judíos y ellos a los judíos.


Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que se hallan dispersas por el mundo: Saludos.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite