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Hechos 11:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

21 El poder del Señor estaba con ellos, y un gran número creyó y se convirtió al Señor.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

21 Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 El poder del Señor estaba con ellos, y un gran número de estos gentiles creyó y se convirtió al Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 La mano del Señor estaba con ellos y fueron numerosos los que creyeron y se convirtieron al Señor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 Y la mano del Señor estaba con ellos; y un gran número que creyó se convirtió al Señor.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 La mano del Señor estaba con ellos y fue grande el número de los que, abrazando la fe, se convirtieron al Señor.

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Hechos 11:21
19 Referans Kwoze  

También los habitantes de Judá, movidos por Dios, cumplieron unánimes la orden del rey y de los oficiales, conforme a la palabra del Señor.


Había salido de Babilonia el día primero del mes primero y llegó a Jerusalén el día primero del mes quinto, porque la mano bondadosa de Dios estaba con él.


Y, como la mano de Dios estaba sobre nosotros, nos enviaron a un israelita muy capacitado llamado Serebías, hijo de Majlí, descendiente de Leví. Con él vinieron sus hijos y sus hermanos, dieciocho personas en total.


Entonces les conté cómo la bondadosa mano de Dios había estado conmigo y relaté lo que el rey me había dicho. Al oír esto, exclamaron: —¡Manos a la obra! Y comenzaron la reconstrucción.


y, por favor, ordene a su guardabosques Asaf que me dé madera para reparar las puertas de la ciudad que están junto al Templo, la muralla de la ciudad y la casa donde he de vivir. El rey accedió a mi petición, porque Dios estaba actuando a mi favor.


¿Quién ha creído a nuestro mensaje y a quién se ha revelado el brazo del Señor?


La mano del Señor no es corta para salvar ni es sordo su oído para oír.


Quienes lo oían se preguntaban: «¿Qué llegará a ser este niño?». Porque el poder del Señor lo acompañaba.


pues era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe. Un gran número de personas aceptó al Señor.


»Por lo tanto, yo considero que debemos dejar de ponerles trabas a los no judíos que se convierten a Dios.


alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.


Pero muchos de los que oyeron el mensaje creyeron y el número de estos, contando solo a los hombres, llegaba a unos cinco mil.


Y seguía aumentando el número de los que creían en el Señor.


Y la palabra de Dios se difundía: el número de los discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén e incluso muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.


Todos los que vivían en Lida y en Sarón lo vieron y se convirtieron al Señor.


porque nuestro evangelio les llegó no solo con palabras, sino también con poder, es decir, con el Espíritu Santo y con profunda convicción. Como bien saben, estuvimos entre ustedes buscando su bien.


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