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Hebreos 1:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

9 Has amado la justicia y odiado la maldad; por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con aceite de alegría, te prefirió a ti por encima de tus compañeros».

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Biblia Reina Valera 1960

9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Amas la justicia y odias la maldad. Por eso, oh Dios, tu Dios te ha ungido derramando el aceite de alegría sobre ti más que sobre cualquier otro».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Amas la justicia y aborreces la maldad; por eso, oh Dios, tu Dios te concedió una consagración real que es fuente de alegría, con preferencia a tus compañeros.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad; Por eso te ungió, oh Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Tú amas la justicia y aborreces la maldad; por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría de entre tus compañeros.

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Hebreos 1:9
42 Referans Kwoze  

El Señor examina a justos, pero aborrece a malvados y a los que aman la violencia.


De tus preceptos adquiero entendimiento; por eso aborrezco toda senda de mentira.


Por eso considero rectos todos tus preceptos y aborrezco toda senda falsa.


Los reyes de la tierra se rebelan; los gobernantes se confabulan contra el Señor y contra su ungido.


«He establecido a mi rey sobre Sión, mi santo monte».


Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos. Has ungido con aceite mi cabeza; has llenado mi copa a rebosar.


El Señor ama la justicia y el derecho; llena está la tierra de su gran amor.


Porque el Señor ama al justo y no abandona a quienes le son fieles. El Señor los protegerá para siempre, pero la descendencia de los malvados será exterminada.


Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad; tu Ley la llevo dentro de mí».


Tu trono, oh Dios, permanece para siempre; el cetro de tu reino es cetro de justicia.


Tú amas la justicia y odias la maldad; por eso Dios, tu Dios, te ungió con aceite de alegría, te prefirió a ti por encima de tus compañeros.


He encontrado a David, mi siervo, y lo he ungido con mi aceite santo.


Él me dirá: “Tú eres mi Padre, mi Dios, la Roca de mi salvación”.


Quien teme al Señor aborrece lo malo; yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el lenguaje perverso.


El Espíritu del Señor y Dios está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar libertad a los cautivos y la liberación de los prisioneros,


y a confortar a los dolientes de Sión. Me ha enviado a darles una corona en vez de cenizas, aceite de alegría en vez de luto, traje de alabanza en vez de espíritu de desaliento. Serán llamados robles de justicia, plantío del Señor, para mostrar su gloria.


«Yo, el Señor, amo la justicia, pero odio el robo y la iniquidad. En mi fidelidad los recompensaré y haré con ellos un pacto eterno.


¡Odien el mal y amen el bien! Establezcan la justicia en los tribunales; tal vez así el Señor, el Dios de los Ejércitos, tenga compasión del remanente de José.


No maquinen el mal contra su prójimo ni sean dados a jurar en falso, porque yo aborrezco todo eso”», afirma el Señor.


Para la ofrenda de cereal presentó un plato de plata y un tazón de plata, llenos de harina refinada amasada con aceite. Según el peso oficial del santuario, el plato pesaba ciento treinta siclos y el tazón pesaba setenta siclos.


«El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos,


Andrés encontró primero a su hermano Simón y le dijo: —Hemos encontrado al Mesías —es decir, el Cristo.


Por eso me ama el Padre: porque entrego mi vida para volver a recibirla.


Jesús le dijo: —No me detengas, porque todavía no he vuelto al Padre. Ve más bien a mis hermanos y diles: “Vuelvo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes”.


El enviado de Dios comunica el mensaje divino, pues Dios mismo le da su Espíritu sin restricción.


Me refiero a Jesús de Nazaret: cómo lo ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y cómo anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.


Los reyes de la tierra se rebelan; los gobernantes se confabulan contra el Señor y contra su ungido”.


En efecto, en esta ciudad se reunieron Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y con el pueblo de Israel, contra tu santo siervo Jesús, a quien ungiste


El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien.


Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.


Fiel es Dios, quien los ha llamado a tener comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.


El Dios y Padre del Señor Jesús, quien es por siempre bendito, sabe que no miento.


En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad,


Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo.


Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre,


Tanto el que santifica como los que son santificados tienen un mismo origen, por lo cual Jesús no se avergüenza de llamarlos hermanos,


Sin embargo, vemos a Jesús, quien fue hecho un poco menor a los ángeles, coronado de gloria y honra por haber padecido la muerte. Así, por la gracia de Dios, la muerte que él sufrió resulta en beneficio de todos.


Nos convenía tener un sumo sacerdote así: santo, irreprochable, puro, apartado de los pecadores y exaltado sobre los cielos.


¡Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para que tengamos una esperanza viva


Les anunciamos lo que hemos visto y oído, para que también ustedes tengan comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo.


Toleras también a los que sostienen la doctrina de los nicolaítas.


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