Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Génesis 50:24 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

24 Tiempo después, José dijo a sus hermanos: «Yo estoy a punto de morir, pero, sin duda, Dios vendrá a ayudarlos y los llevará de este país a la tierra que prometió a Abraham, Isaac y Jacob».

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

24 Y José dijo a sus hermanos: Yo voy a morir; mas Dios ciertamente os visitará, y os hará subir de esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

24 José les dijo a sus hermanos: «Yo pronto moriré pero ciertamente Dios los ayudará y los sacará de esta tierra de Egipto. Él los hará volver a la tierra que solemnemente prometió dar a Abraham, a Isaac y a Jacob».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

24 José dijo a sus hermanos: 'Yo voy a morir, pero tengan la plena seguridad de que Dios los visitará y los hará subir de este país a la tierra que juró dar a Abraham, Isaac y Jacob.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

24 Después, dijo José a sus hermanos: Yo voy a morir, pero ’Elohim ciertamente os visitará,° y os hará subir de esta tierra a la tierra que juró dar a Abraham, a Isaac, y a Jacob.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Dijo José a sus hermanos: 'Se acerca la hora de mi muerte, pero Dios os visitará y os hará subir de este país a la tierra que juró dar a Abrahán, a Isaac, y a Jacob'.

Gade chapit la Kopi




Génesis 50:24
34 Referans Kwoze  

Allí el Señor se apareció a Abram y le dijo: «Yo daré esta tierra a tu descendencia». Entonces Abram edificó un altar al Señor, porque se le había aparecido.


Yo te daré a ti y a tu descendencia, para siempre, toda la tierra que abarca tu mirada.


¡Levántate, recorre el país a lo largo y a lo ancho porque a ti te lo daré!».


En aquel día el Señor hizo un pacto con Abram. Le dijo: —A tus descendientes daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran río, el Éufrates.


Además, dijo: —Yo soy el Señor que te hizo salir de Ur de los caldeos para darte en posesión esta tierra.


Pero Abram preguntó: —Mi Señor y Dios, ¿cómo sabré que voy a poseerla?


A ti y a tu descendencia daré, en posesión perpetua, toda la tierra de Canaán, donde ahora vives como extranjero. Y yo seré su Dios.


Tal como el Señor lo había dicho, actuó a favor de Sara y cumplió con la promesa que había hecho.


Vive en ese lugar por un tiempo. Yo estaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tu descendencia daré todas esas tierras. Así confirmaré el juramento que hice a tu padre Abraham.


En el sueño, el Señor estaba de pie junto a él y le decía: «Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tu descendencia les daré la tierra sobre la que estás acostado.


Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste sacado. Porque polvo eres y al polvo volverás».


La tierra que di a Abraham y a Isaac te la doy a ti y a tus descendientes».


Yo te acompañaré a Egipto y yo mismo haré que vuelvas. Además, cuando mueras, será José quien te cierre los ojos.


Cuando Israel estaba a punto de morir, mandó llamar a su hijo José y dijo: —Si de veras me quieres, pon tu mano debajo de mi muslo y prométeme amor y lealtad. ¡Por favor, no me entierres en Egipto!


Finalmente, Israel dijo a José: —Yo estoy a punto de morir, pero Dios estará con ustedes y los hará volver a la tierra de sus antepasados.


que mi padre, antes de morirse, me hizo jurar que yo lo sepultaría en la tumba que él mismo se preparó en la tierra de Canaán. Por eso le ruego encarecidamente que me permita ir a sepultar a mi padre y luego volveré.


Sé muy bien que me llevas a la muerte, a la morada final de todos los vivientes.


Precisamente el día en que se cumplían los cuatrocientos treinta años, todos los escuadrones del Señor salieron de Egipto.


Ese mismo día el Señor sacó de Egipto a los israelitas, escuadrón por escuadrón.


Moisés se llevó consigo los restos de José, según este se lo había pedido a los israelitas bajo juramento. Estas habían sido las palabras de José: «Sin duda Dios vendrá a ayudarlos. Cuando esto ocurra, ustedes deberán llevarse de aquí mis huesos».


Así que he descendido para librarlos del poder de los egipcios y sacarlos de ese país, para llevarlos a una tierra buena y espaciosa, tierra donde abundan la leche y la miel. Me refiero al país de los cananeos, hititas, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos.


El Señor dijo a Moisés: «Anda, vete de este lugar junto con el pueblo que sacaste de Egipto y dirígete a la tierra que bajo juramento prometí a Abraham, Isaac y Jacob que daría a sus descendientes.


por lo que el pueblo creyó. Y al oír que el Señor había estado pendiente de ellos y había visto su aflicción, los israelitas se postraron y adoraron al Señor.


Sobrevendrá el temor por las alturas y por los peligros del camino. Florecerá el almendro, la langosta resultará onerosa y se perderá el deseo, pues el hombre se encamina al hogar eterno y rondan ya en la calle los que lloran su muerte.


Volverá entonces el polvo a la tierra, como antes fue y el espíritu volverá a Dios, que es quien lo dio.


“Por no haberme seguido de todo corazón, ninguno de los mayores de veinte años que salieron de Egipto verá la tierra que juré dar a Abraham, Isaac y Jacob.


Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron.


Yo les he entregado esta tierra; ¡adelante, tomen posesión de ella! El Señor juró que se la daría a los antepasados de ustedes, es decir, a Abraham, Isaac, Jacob y a sus descendientes».


El Señor tu Dios te hará entrar en la tierra que juró a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob. Es una tierra con ciudades grandes y prósperas que tú no edificaste,


Por la fe José, al fin de su vida, se refirió a la salida de los israelitas de Egipto y dio instrucciones acerca de sus huesos.


Así como está establecido que los seres humanos mueran una sola vez y después venga el juicio,


Los restos de José, que los israelitas habían traído de Egipto, fueron sepultados en Siquén, en un terreno que Jacob había comprado por cien piezas de plata a los hijos de Jamor, padre de Siquén. El terreno después llegó a ser propiedad de los descendientes de José.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite