Génesis 42:36 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

³⁶ Entonces Jacob, su padre, dijo: —¡Ustedes me van a dejar sin hijos! José ya no está con nosotros, Simeón tampoco está aquí, ¡y ahora se quieren llevar a Benjamín! ¡Todo esto me perjudica!

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³⁶ Entonces su padre Jacob les dijo: Me habéis privado de mis hijos; José no parece, ni Simeón tampoco, y a Benjamín le llevaréis; contra mí son todas estas cosas.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁶ y Jacob exclamó: —¡Ustedes me están robando a mis hijos! ¡José ya no está! ¡Simeón tampoco! Y ahora quieren llevarse también a Benjamín. ¡Todo está en mi contra!

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁶ Jacob, su padre, les dijo: 'Ustedes me van a dejar sin hijos: falta José, falta Simeón, ¡y ahora quieren llevarse a Benjamín! ¡Todas estas cosas recaen sobre mí!'

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁶ Y su padre Jacob les dijo: Me habéis privado de hijos: José no está, Simeón tampoco está, y queréis tomar a Benjamín. ¡Todo está contra mí!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁶ Jacob, su padre, les dijo: '¡Me vais a dejar sin hijos! José ya no existe. Simeón no está entre nosotros. Y ahora queréis llevaron a Benjamín. ¡Todas las desgracias caen sobre mí!'.

Génesis 42:36 Referans Kwoze

Génesis 42:37

Pero Rubén dijo a su padre: —Yo me hago cargo de Benjamín. Si no te lo devuelvo, podrás matar a mis dos hijos.

Génesis 43:14

¡Que el Dios Todopoderoso permita que ese hombre les tenga compasión y deje libre a su otro hermano, y además vuelvan con Benjamín! En cuanto a mí, si he de perder a mis hijos, ¡qué le voy a hacer! ¡Los perderé!

Génesis 44:12

El mayordomo revisó cada bolsa, comenzando con la del hermano mayor y terminando con la del menor. ¡Y encontró la copa en la bolsa de Benjamín!

Génesis 45:28

Entonces exclamó: «¡Con esto me basta! ¡Mi hijo José aún vive! Iré a verlo antes de morirme».

Génesis 47:12

José también proveyó de alimentos a su padre y a sus hermanos, y a todos sus familiares, según las necesidades de cada uno.

Job 7:7

Recuerda, oh Dios, que mi vida es un suspiro; que ya no verán mis ojos la felicidad.

Salmos 34:19

Muchas son las angustias del justo, pero el Señor lo librará de todas ellas;

Eclesiastés 7:8

Vale más el fin de algo que su principio. Vale más la paciencia que la arrogancia.

Isaías 27:9

Así quedará perdonada la iniquidad de Jacob; este será el fruto del perdón de su pecado: reducirá a polvo todas las piedras del altar como si moliera piedra caliza y no dejará en pie ninguna imagen de Aserá ni altar de incienso alguno.

Isaías 38:10

«Yo decía: “¿En la plenitud de mi vida, debo pasar por las puertas de la muerte y ser privado del resto de mis días?”.

Isaías 41:10

Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con la diestra de mi justicia.

Jeremías 31:15

Así dice el Señor: «Se oye un grito en Ramá, lamentos y amargo llanto. Es Raquel que llora por sus hijos y no quiere ser consolada. ¡Sus hijos ya no existen!».

Mateo 14:31

Enseguida Jesús le tendió la mano y, sujetándolo, lo reprendió: —¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?

Romanos 8:28

Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.

Romanos 8:31

¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?

1 Corintios 10:13

Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir.

2 Corintios 4:17

Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento.

1 Samuel 27:1

Con todo, David pensaba: «Un día de estos voy a morir a manos de Saúl. Lo mejor que puedo hacer es huir a la tierra de los filisteos. Así Saúl se cansará de buscarme por el territorio de Israel, y podré escapar de sus manos».