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Génesis 18:15 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

15 Sara, por su parte, lo negó porque tuvo miedo y dijo: —Yo no me estaba riendo. Pero él respondió: —Sí te reíste.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Sara tuvo miedo, por eso lo negó: —Yo no me reí. Pero el Señor dijo: —No es cierto, sí te reíste.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Sara trató de defenderse, pues tuvo miedo, y dijo: 'Yo no me he reído. Pero él contestó: 'Cierto que te has reído.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Pero Sara negó diciendo: No me he reído (pues tuvo miedo). Pero Él dijo: No, realmente te has reído.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Sara lo negó diciendo: 'No me he reído', porque estaba asustada. Pero él replicó: 'No lo niegues. Te has reído'.

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Génesis 18:15
17 Referans Kwoze  

Por favor, di que eres mi hermana para que gracias a ti me vaya bien y me dejen con vida».


¿Acaso hay algo imposible para el Señor? Dentro de un año volveré a visitarte en esta fecha y para entonces Sara habrá tenido un hijo.


Luego aquellos visitantes se levantaron y partieron de allí en dirección a Sodoma. Abraham los acompañó para despedirlos.


El Señor preguntó a Caín: —¿Dónde está tu hermano Abel? —No lo sé —respondió—. ¿Acaso soy yo el que debe cuidar a mi hermano?


Job respondió: —Mujer, hablas como una necia. Si de Dios sabemos recibir lo bueno, ¿no sabremos recibir también lo malo? A pesar de todo esto, Job no pecó ni de palabra.


¿acaso Dios no lo habría descubierto, ya que él conoce los más íntimos secretos?


Por tu causa siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el matadero!


Los labios sinceros permanecen para siempre, pero la lengua mentirosa dura solo un instante.


Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja, alcanza la misericordia.


En ese mismo instante supo Jesús en su espíritu que esto era lo que estaban pensando. —¿Por qué razonan así? —dijo—.


—¿No eres tú también uno de los discípulos de ese hombre? —le preguntó la portera. —No lo soy —respondió Pedro.


no necesitaba que nadie le informara acerca de los demás, pues él conocía el interior del ser humano.


Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la Ley, lo dice a quienes están sujetos a ella, para que todo el mundo se calle la boca y quede convicto delante de Dios.


ser renovados en la actitud de su mente;


Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios


Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.


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