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Gálatas 3:17 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

17 Lo que quiero decir es esto: la Ley, que vino cuatrocientos treinta años después, no anula el pacto que Dios había ratificado previamente; de haber sido así, quedaría sin efecto la promesa.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

17 Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Lo que trato de decir es lo siguiente: el acuerdo que Dios hizo con Abraham no podía anularse cuatrocientos treinta años más tarde —cuando Dios le dio la ley a Moisés—, porque Dios estaría rompiendo su promesa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Ahora digo lo siguiente: si Dios ha hecho un testamento en debida forma, la Ley, que vino cuatrocientos treinta años después, no pudo anularlo ni dejar sin efecto la promesa de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Y esto digo: La ley, creada cuatrocientos treinta años° después,° no abroga un pacto previamente ratificado por Dios° para invalidar la promesa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Pues bien, digo esto: un testamento debidamente otorgado por Dios, no lo puede anular una ley que apareció cuatrocientos treinta años después, hasta el punto de hacer ineficaz la promesa.

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Gálatas 3:17
39 Referans Kwoze  

El Señor dijo a Abram: —Debes saber que tus descendientes vivirán como extranjeros en tierra extraña, donde serán esclavizados y maltratados durante cuatrocientos años.


En aquel día el Señor hizo un pacto con Abram. Le dijo: —A tus descendientes daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran río, el Éufrates.


A lo que Dios contestó: —¡Pero es Sara, tu esposa, la que te dará un hijo, al que llamarás Isaac! Yo estableceré mi pacto con él y con sus descendientes, como pacto perpetuo.


»¿Vas acaso a invalidar mi justicia? ¿Me condenarás para justificarte?


del pacto que hizo con Abraham y del juramento que hizo a Isaac.


El Señor frustra los planes de las naciones; desbarata los designios de los pueblos.


Si lo ha determinado el Señor de los Ejércitos, ¿quién podrá impedirlo? Si él ha extendido su mano, ¿quién podrá detenerla?


Se anulará el convenio que hicieron con la muerte; quedará sin efecto su alianza con el sepulcro. Cuando venga la calamidad abrumadora, a ustedes los aplastará.


Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice?


Pero si su esposo se entera y no lo aprueba, la promesa y el compromiso que ella hizo en forma precipitada quedarán anulados, y el Señor la absolverá.


pues la Ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.


Dios le dijo así: “Tus descendientes vivirán como extranjeros en tierra extraña, donde serán esclavizados y maltratados durante cuatrocientos años.


Dios lo ofreció como un sacrificio para obtener el perdón de pecados, el cual se recibe por la fe en su sangre. Así demostró su justicia, porque a causa de su paciencia, había pasado por alto los pecados pasados.


Pero entonces, si a algunos no creyeron, ¿acaso su incredulidad anula la fidelidad de Dios?


Me refiero a que unos dicen: «Yo sigo a Pablo»; otros afirman: «Yo, a Apolos»; otros: «Yo, a Cefas»; y otros: «Yo, a Cristo».


Pues Cristo no me envió a bautizar, sino a predicar las buenas noticias y eso sin discursos de sabiduría humana, para que la cruz de Cristo no perdiera su eficacia.


¿Qué quiero decir con esta comparación? ¿Que el sacrificio que los no judíos ofrecen a los ídolos sea algo o que el ídolo mismo sea algo?


Lo que quiero decir, hermanos, es que nos queda poco tiempo. De aquí en adelante los que tienen esposa deben vivir como si no la tuvieran;


Todas las promesas que ha hecho Dios son «sí» en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos «amén» para la gloria de Dios.


Recuerden esto: El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará.


Hermanos, voy a ponerles un ejemplo: aun en el caso de un pacto humano, nadie puede anularlo ni añadirle nada una vez que ha sido ratificado.


Si esto es así, ¿estará la Ley en contra de las promesas de Dios? ¡De ninguna manera! Si se hubiera promulgado una ley capaz de dar vida, entonces sí que la justicia se basaría en la Ley.


Así que les digo: vivan por el Espíritu y no sigan los deseos de la carne;


Aquellos de entre ustedes que tratan de ser justificados por la Ley han roto con Cristo; han caído de la gracia.


recuerden que en ese entonces ustedes estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.


Así que les digo esto e insisto en el Señor: no vivan más con pensamientos frívolos como los paganos.


Digo esto para que nadie los engañe con argumentos que parecen convincentes.


Todos ellos vivieron por la fe y murieron sin haber recibido las cosas prometidas; más bien, las miraron y les dieron la bienvenida desde la distancia. También confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra.


Por una parte, la Ley anterior queda anulada por ser inútil e ineficaz,


Cristo, a quien Dios escogió antes de la creación del mundo, se ha manifestado en estos últimos tiempos en beneficio de ustedes.


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