Gálatas 2:20 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

²⁰ He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁰ Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁰ Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁰ y ahora no vivo yo, es Cristo quien vive en mí. Todo lo que vivo en lo humano lo vivo con la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁰ y ya no vivo yo, sino que el Mesías vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, quien me amó, y se entregó a sí mismo por mí.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁰ Y ya no vivo yo; es Cristo quien vive en mí. Y respecto del vivir ahora en carne, vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Gálatas 2:20 Referans Kwoze

Cantares 7:10

Yo soy de mi amado y él me desea con pasión.

Mateo 20:28

así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.

Mateo 4:3

El tentador se acercó y le propuso: —Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan.

Juan 1:49

—Rabí, ¡tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel! —declaró Natanael.

Juan 10:11

»Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.

Juan 15:13

Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.

Juan 17:21

para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.

Juan 3:16

»Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.

Juan 3:35

El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos.

Juan 6:57

Así como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, también el que come de mí vivirá por mí.

Juan 6:69

Y nosotros hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios.

Hechos 8:36

Mientras iban por el camino, llegaron a un lugar donde había agua y el eunuco dijo: —Mire usted, aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?

Hechos 9:20

y enseguida se dedicó a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de Dios.

Romanos 1:17

De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: «El justo vivirá por la fe».

Romanos 14:7

Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo ni tampoco muere para sí.

Romanos 3:22

Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción,

Romanos 4:25

Él fue entregado a la muerte por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación.

Romanos 5:2

También por medio de él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual nos mantenemos firmes. Así que nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios.

Romanos 5:6

A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió por los impíos.

Romanos 5:8

Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.

Romanos 6:13

No ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de injusticia; al contrario, ofrézcanse más bien a Dios como quienes han vuelto de la muerte a la vida, presentando los miembros de su cuerpo como instrumentos de justicia.

Romanos 6:8

Ahora bien, si hemos muerto con Cristo, confiamos en que también viviremos con él.

Romanos 8:10

Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu que está en ustedes es vida a causa de la justicia.

Romanos 8:37

Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

1 Corintios 6:17

Pero el que se une al Señor se hace uno con él en espíritu.

2 Corintios 1:24

No es que intentemos imponerles la fe, sino que deseamos contribuir a la alegría de ustedes, pues por la fe se mantienen firmes.

2 Corintios 10:3

pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo.

2 Corintios 11:10

Es tan cierto que la verdad de Cristo está en mí como lo es que nadie en las regiones de Acaya podrá privarme de este motivo de orgullo.

2 Corintios 13:3

ya que están exigiendo una prueba de que Cristo habla por medio de mí. Él no se muestra débil en su trato con ustedes, sino que ejerce su poder entre ustedes.

2 Corintios 13:5

Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos. ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en ustedes? ¡A menos que fracasen en la prueba!

2 Corintios 5:14

El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos y por consiguiente todos murieron.

2 Corintios 5:15

Y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió por ellos y fue resucitado.

2 Corintios 5:7

En efecto, vivimos por fe, no por vista.

Gálatas 1:4

Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre,

Gálatas 2:16

Sin embargo, al reconocer que nadie es justificado por las obras que demanda la Ley, sino por la fe en Jesucristo, también nosotros hemos puesto nuestra fe en Cristo Jesús, para ser justificados por la fe en él y no por las obras de la Ley; porque por estas nadie será justificado.

Gálatas 3:11

Ahora bien, es evidente que por la Ley nadie es justificado delante de Dios, porque «el justo vivirá por la fe».

Gálatas 5:24

Los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

Gálatas 6:14

En cuanto a mí, jamás se me ocurra jactarme de otra cosa sino de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo ha sido crucificado para mí, y yo para el mundo.

Efesios 3:17

para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor,

Efesios 5:2

y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios.

Efesios 5:25

Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella

Filipenses 1:21

Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.

Filipenses 4:13

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Colosenses 1:27

A estos Dios se propuso dar a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este misterio entre las naciones, que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria.

1 Tesalonicenses 1:10

y esperan del cielo a su Hijo Jesús, quien resucitó y nos libra del castigo venidero.

1 Tesalonicenses 5:10

Él murió por nosotros para que, en la vida o en la muerte, vivamos junto con él.

Tito 2:14

Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y purificar para sí un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien.

Hebreos 8:3

A todo sumo sacerdote se le nombra para presentar ofrendas y sacrificios, por lo cual fue necesario que Jesús también tuviera algo que ofrecer.

1 Pedro 1:8

Ustedes lo aman a pesar de no haberlo visto; y aunque no lo ven ahora, creen en él y se alegran con un gozo indescriptible y glorioso,

1 Juan 1:7

Pero si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado.

1 Juan 4:14

Y nosotros hemos visto y damos testimonio que el Padre envió a su Hijo para ser el Salvador del mundo.

1 Juan 5:20

También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Verdadero. Y estamos con el Verdadero, con su Hijo Jesucristo, que es Dios Verdadero y vida eterna.

Apocalipsis 1:5

también de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de la resurrección, el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y que por su sangre nos ha librado de nuestros pecados,

Apocalipsis 3:20

Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, cenaré con él y él conmigo.