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Ezequiel 7:26 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

26 Una tras otra vendrán las desgracias, al igual que las malas noticias. Del profeta demandarán visiones; la instrucción se alejará del sacerdote y a los ancianos del pueblo no les quedarán consejos.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

26 Quebrantamiento vendrá sobre quebrantamiento, y habrá rumor sobre rumor; y buscarán respuesta del profeta, mas la ley se alejará del sacerdote, y de los ancianos el consejo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Habrá calamidad tras calamidad; un rumor seguirá a otro rumor. En vano buscarán una visión de los profetas. No recibirán enseñanza de los sacerdotes ni consejo de los líderes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Desgracia tras desgracia, una mala noticia tras otra; los profetas no tendrán más visiones, los sacerdotes, nada más que decir, los ancianos no sabrán más qué aconsejar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Vendrá calamidad sobre calamidad, y alarma tras alarma;° pedirán visiones al profeta, pero la Ley estará lejos del sacerdote, y el consejo de los ancianos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Vendrá desgracia tras desgracia, y alarma tras alarma; buscarán del profeta una visión, habrá desaparecido del sacerdote la enseñanza y de los ancianos el consejo.

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Ezequiel 7:26
26 Referans Kwoze  

Ya no vemos señales milagrosas; ya no hay ningún profeta y ni siquiera sabemos hasta cuándo durará todo esto.


Pero vendrá sobre ti una desgracia que no sabrás conjurar; caerá sobre ti una calamidad que no podrás evitar. Una catástrofe que ni te imaginas vendrá de repente sobre ti.


Ellos dijeron: «Vengan, tramemos un plan contra Jeremías. Porque no faltará la Ley al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta. Ataquémoslo de palabra y no hagamos caso de nada de lo que diga».


«Consulta ahora al Señor por nosotros, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, nos está atacando. Tal vez el Señor haga una de sus maravillas como en tiempos pasados y lo obligue a retirarse».


El rey Sedequías mandó que trajeran a Jeremías al palacio y allí le preguntó en secreto: —¿Has recibido alguna palabra del Señor? —Sí —respondió Jeremías—, usted será entregado en manos del rey de Babilonia.


Un desastre llama a otro desastre; toda mi tierra está devastada. De repente fueron destruidas las cortinas y las tiendas donde habito.


Las puertas se han desplomado; él rompió por completo sus cerrojos. Su rey y sus príncipes andan entre las naciones; ya no hay Ley y sus profetas no reciben visiones de parte del Señor.


El Señor me dijo: «Hijo de hombre, estos son los que están tramando maldades y dando malos consejos en esta ciudad.


«Hijo de hombre, ¿qué quiere decir este refrán que se repite en la tierra de Israel: “Se cumple el tiempo, pero no la visión”?


Unos ancianos de Israel vinieron a visitarme y se sentaron frente a mí.


Y, cuando te pregunten por qué lloras así, diles que es por la noticia de lo que va a suceder. Esta noticia hará que todos los corazones desfallezcan y todas las manos caigan; que todos los ánimos decaigan y todas las rodillas tiemblen. ¡Ya está por llegar! ¡Ya es una realidad! Yo, el Señor y Dios, lo afirmo».


Sus sacerdotes violan mi Ley y profanan mis objetos sagrados. Ellos no hacen distinción entre lo sagrado y lo profano ni enseñan a otros la diferencia entre lo puro y lo impuro. Tampoco prestan atención a mis sábados; he sido profanado entre ellos.


Acuden a ti en masa, y se sientan delante de ti y escuchan tus palabras, pero luego no las practican. Me halagan de labios para afuera, pero sus corazones solo buscan las ganancias injustas.


En el día quinto del mes sexto del año sexto, yo estaba sentado en mi casa, junto con los ancianos de Judá. De pronto, el Señor puso su mano sobre mí.


»Si después de todo esto siguen sin obedecerme, siete veces los castigaré por sus pecados.


»Si a pesar de esto siguen oponiéndose a mí y se niegan a obedecerme, siete veces los castigaré por sus pecados.


yo también seguiré oponiéndome a ustedes. Yo mismo los heriré siete veces por sus pecados.


entonces yo también en mi ira me opondré a ustedes. Siete veces los castigaré por sus pecados,


Por tanto, tendrán noches sin visiones, oscuridad sin adivinaciones». El sol se ocultará de estos profetas; el día se les volverá tinieblas.


»Los labios de un sacerdote atesoran sabiduría y de su boca el pueblo busca instrucción, porque es mensajero del Señor de los Ejércitos.


Por mi parte, yo he hecho que ustedes sean despreciables y viles ante todo el pueblo, porque no han guardado mis caminos, sino que son parciales cuando enseñan la Ley».


»Amontonaré calamidades sobre ellos y contra ellos lanzaré mis flechas.


Samuel, que todavía era joven, servía al Señor bajo el cuidado de Elí. En esos tiempos no era común oír palabra del Señor ni eran frecuentes las visiones.


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