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Ezequiel 40:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

3 Me llevó allá y vi un hombre que parecía hecho de bronce. Estaba de pie junto a la puerta y en su mano tenía una cuerda de lino y una vara de medir.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Me llevó allí, y he aquí un varón, cuyo aspecto era como aspecto de bronce; y tenía un cordel de lino en su mano, y una caña de medir; y él estaba a la puerta.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 A medida que me acercaba, vi a un hombre de pie junto a una puerta de entrada y su rostro brillaba como el bronce. En la mano tenía una cuerda de medir hecha de lino y una vara para medir.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Me llevó para allá y vi a la entrada a un hombre que parecía de bronce; en su mano tenía un cordel de lino y una vara para medir.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Me llevó allí, y he aquí un varón cuyo aspecto era el del bronce, con un cordel de lino y una caña de medir en la mano, estaba de pie junto a la puerta.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Me llevó allí y vi que allí había un hombre que parecía de bronce, con una cuerda de lino en la mano y una caña de medir. Estaba de pie junto a la puerta.

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Ezequiel 40:3
14 Referans Kwoze  

Pondré como nivel la justicia y la rectitud como plomada. El granizo arrasará con el refugio de la mentira y las aguas inundarán el escondite.


yo les digo: «¡Aténganse a la Ley y al testimonio!». Para quienes no se atengan a esto no habrá un amanecer.


De lo que parecía ser su cintura para arriba, vi algo que brillaba como el metal refulgente, rodeado de fuego. De su cintura para abajo, vi algo semejante al fuego y un resplandor a su alrededor.


Sus piernas eran rectas; y sus pies parecían pezuñas de becerro y brillaban como el bronce bruñido.


Luego él me llevó a la nave central y midió los pilares, los cuales tenían seis codos de un lado y seis codos del otro.


Tomó la vara para medir el lado oriental y este medía quinientos codos.


Mientras el hombre estaba de pie a mi lado, oí que alguien me hablaba desde el Templo.


El hombre salió hacia el oriente con una cuerda en la mano, midió mil codos y me hizo cruzar el agua, la cual me llegaba a los tobillos.


Entonces miré y vi una figura de aspecto humano: de la cintura para abajo, ardía como fuego; de la cintura para arriba, brillaba como el metal refulgente.


Sus pies parecían bronce al rojo vivo en un horno y su voz era tan fuerte como el estruendo de muchas aguas.


Se me dio una vara que servía para medir y se me ordenó: «Levántate y mide el templo de Dios y el altar, luego cuenta cuántos adoran allí.


El ángel que hablaba conmigo llevaba una vara de oro para medir la ciudad, sus puertas y su muralla.


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