Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Ezequiel 25:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

4 Por eso yo los entregaré al poder de los pueblos del oriente. Ellos armarán sus campamentos y establecerán entre ustedes sus moradas; comerán sus frutos y beberán su leche.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

4 por tanto, he aquí yo te entrego por heredad a los orientales, y pondrán en ti sus apriscos y plantarán en ti sus tiendas; ellos comerán tus sementeras, y beberán tu leche.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Permitiré que invadan su país los nómadas de los desiertos orientales. Ellos establecerán su campamento entre ustedes y levantarán carpas en su tierra. Se llevarán el fruto de sus cosechas y se tomarán la leche de sus animales.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Pues bien, por eso, te voy a entregar en manos de los hijos de Oriente; vendrán a acampar en tu tierra, en ella instalarán sus tiendas, comerán tus frutos y tomarán tu leche.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Yo te entrego en posesión a los hijos del oriente, quienes asentarán sus campamentos y pondrán sus moradas en ti, y comerán tus sementeras y beberán tu leche.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 por eso yo te entregaré en posesión de los hijos de oriente, los cuales asentarán en ti sus campamentos y plantarán en ti sus tiendas; se comerán tus frutos y se beberán tu leche.

Gade chapit la Kopi




Ezequiel 25:4
17 Referans Kwoze  

Jacob continuó su viaje y llegó a la tierra de los pueblos de oriente.


Mientras tanto, Joab había atacado la ciudad amonita de Rabá y capturado la fortaleza real.


Sobrepasó en sabiduría a todos los sabios del Oriente y de Egipto.


Su país está desolado, sus ciudades son presa del fuego; ante sus propios ojos los extraños devoran sus campos; su país está desolado, como si hubiera sido destruido por extranjeros.


»¿Quién despertó al que viene del oriente y lo llamó en justicia a su servicio? Pone a las naciones en sus manos; ante él los reyes se rinden. Con su espada los vuelve polvo, con su arco los dispersa como paja.


Ya no construirán casas para que otros las habiten ni plantarán viñas para que otros coman. Porque los días de mi pueblo serán como los de un árbol; mis escogidos disfrutarán de las obras de sus manos.


»Mis pecados fueron atados a un yugo; sus manos los ataron juntos. Me los ha colgado al cuello, y ha debilitado mis fuerzas. Me ha entregado en manos de gente a la que no puedo ofrecer resistencia.


Entregaré a Moab y a los amonitas en manos de los pueblos del oriente. De los amonitas no quedará ni el recuerdo entre la naciones;


entonces yo mismo los castigaré con un terror repentino, con enfermedades y con fiebre que los debilitarán, les harán perder la vista y acabarán con su vida. En vano sembrarán su semilla, porque se la comerán sus enemigos.


Y Balán pronunció su mensaje: «De Aram, de las montañas de Oriente, me trajo Balac, el rey de Moab. “Ven —me dijo—, maldice por mí a Jacob; ven, deséale el mal a Israel”.


Un pueblo desconocido se comerá los frutos de tu tierra y todo el producto de tu trabajo; para ti solo habrá opresión y malos tratos cada día.


Devorará las crías de tu ganado y las cosechas de tu tierra hasta aniquilarte. No te dejará trigo, ni vino nuevo, ni aceite, ni terneras en las manadas, ni corderos en los rebaños, hasta dejarte completamente arruinado.


Todos los madianitas, amalecitas y otros pueblos del oriente, se aliaron y cruzaron el Jordán, acampando en el valle de Jezrel.


Los madianitas, los amalecitas y todos los otros pueblos del oriente que se habían establecido en el valle eran numerosos como langostas. Sus camellos eran incontables, como la arena a la orilla del mar.


Zeba y Zalmuna estaban en Carcor con una fuerza de quince mil guerreros, que era todo lo que quedaba de los ejércitos del oriente, pues habían caído en batalla ciento veinte mil soldados.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite