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Ezequiel 23:41 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

41 luego se sentaron en un diván lujoso, frente a una mesa donde previamente habían colocado el incienso y el aceite que me pertenecen.

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Biblia Reina Valera 1960

41 y te sentaste sobre suntuoso estrado, y fue preparada mesa delante de él, y sobre ella pusiste mi incienso y mi aceite.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

41 Se sentaron junto a ellos en un sofá con hermosos bordados y pusieron mi incienso y mi aceite especial sobre una mesa servida ante ustedes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

41 Luego te reclinaste sobre una cama lujosa; delante de ella pusieron una mesa y allí depositaste mi incienso y mi aceite.

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La Biblia Textual 3a Edicion

41 Te recostabas en un diván ostentoso, ante el cual había una mesa preparada, y sobre ella colocabas mi incienso y mi óleo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

41 te reclinaste en un suntuoso diván, aderezaste una mesa y sobre ella pusiste mi incienso y mi perfume.

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Ezequiel 23:41
14 Referans Kwoze  

el cual lucía cortinas blancas y azules, sostenidas por cordones de hilo de lino blanco y lana color púrpura que pasaban por anillos de plata sujetos a columnas de mármol. También había sofás de oro y plata sobre un piso de mosaicos de pórfido, mármol, madreperla y otras piedras preciosas.


Sobre un monte alto y encumbrado pusiste tu lecho y hasta allí subiste para ofrecer sacrificios.


»Pero a ustedes que abandonan al Señor y se olvidan de mi monte santo, que para el dios de la fortuna preparan una mesa y para el dios del destino sirven vino mezclado,


Al contrario, seguiremos haciendo lo que ya hemos dicho: Ofreceremos incienso y ofrendas líquidas a la Reina del Cielo, como lo hemos hecho nosotros, y como antes lo hicieron nuestros antepasados, nuestros reyes y nuestros oficiales, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. En aquel tiempo teníamos comida en abundancia, nos iba muy bien y no sufríamos ninguna calamidad.


Había un altar de madera, que medía tres codos de alto por dos codos de largo y de ancho. Sus esquinas, la base y sus costados eran de madera. El hombre me dijo: «Esta es la mesa que está delante del Señor».


Solo ellos entrarán en mi santuario y podrán acercarse a mi mesa para ministrar delante de mí y encargarse de sus deberes.


Sus cadáveres quedarán tendidos entre sus ídolos y alrededor de sus altares, en las colinas altas y en las cimas de las montañas, debajo de todo árbol frondoso y de toda encina tupida; es decir, en los lugares donde ofrecieron incienso de olor grato a sus ídolos. ¡Entonces sabrán que yo soy el Señor!


Junto a cualquier altar se acuestan sobre ropa que tomaron en prenda, y el vino que han cobrado como multa lo beben en la casa de su dios.


Ustedes que se acuestan en camas incrustadas de marfil y se arrellanan en divanes; que comen corderos selectos y terneros engordados;


»Pues en que ustedes traen a mi altar alimento contaminado. »Y todavía preguntan: “¿En qué te hemos profanado?”. »Pues en que tienen la mesa del Señor como algo despreciable.


Pero Saúl se negó a comer. Sin embargo, sus oficiales insistieron al igual que la mujer, y por fin consintió. Se levantó del suelo y tomó asiento en la cama.


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