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Ezequiel 18:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

7 No oprime a nadie ni roba; más bien, devuelve la prenda al deudor, da de comer al hambriento y viste al desnudo.

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Biblia Reina Valera 1960

7 ni oprimiere a ninguno; que al deudor devolviere su prenda, que no cometiere robo, y que diere de su pan al hambriento y cubriere al desnudo con vestido,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Es un acreedor compasivo, no se queda con objetos entregados en garantía por deudores pobres. No les roba a los pobres, más bien, les da de comer a los hambrientos y les da ropa a los necesitados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 no ensucia a la mujer de su prójimo ni se acerca a una mujer durante su regla; no oprime a nadie,

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 que no explota a nadie, y al deudor le devuelve la prenda empeñada, y no comete robo, y da de su pan al hambriento, y cubre con su vestido al desnudo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 no oprime a nadie, devuelve la prenda que tiene por una deuda, no roba, da su pan al hambriento y cubre con un vestido al desnudo,

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Ezequiel 18:7
61 Referans Kwoze  

Mis hermanos y mis criados, y hasta yo mismo, les hemos prestado dinero y trigo. Pero ahora, ¡quitémosles esa carga de encima!


Sin motivo demandabas fianza de tus hermanos, y en prenda los despojabas de sus mantos; desnudos los dejabas.


a los huérfanos los despojan de sus asnos; a las viudas les quitan en prenda sus bueyes;


Al huérfano se le aparta de los pechos de su madre; al pobre se le retiene a cambio de una deuda.


Para los justos la luz brilla en las tinieblas; para los que son misericordiosos, compasivos y justos.


Reparte sus bienes entre los pobres; su justicia permanece para siempre; su poder será gloriosamente exaltado.


Dichoso el que piensa en el débil; el Señor lo librará en el día de la desgracia.


»Si uno de ustedes presta dinero a algún necesitado de mi pueblo, no deberá tratarlo como los prestamistas ni le cobrará intereses.


»Si alguien toma en prenda el manto de su prójimo, deberá devolvérselo al caer la noche.


»No opriman al extranjero, pues ya lo han experimentado en carne propia: ustedes mismos fueron extranjeros en Egipto.


El que oprime al pobre ofende a su Creador, pero honra a Dios quien se apiada del necesitado.


El que ayuda al pobre no pasará necesidad; el que le niega su ayuda recibirá muchas maldiciones.


El que amasa riquezas mediante intereses y usura, las acumula para el que se compadece de los pobres.


No envidies a los violentos ni optes por andar en sus caminos.


¡Aprendan a hacer el bien! ¡Busquen la justicia y restituyan al oprimido! ¡Aboguen por el huérfano y defiendan a la viuda!».


Solo el que camina con justicia y habla con rectitud, el que rechaza la ganancia de la extorsión y se sacude las manos para no aceptar soborno, el que no presta oído a las conjuras de asesinato y cierra los ojos para no contemplar el mal.


La viña del Señor de los Ejércitos es la nación de Israel; el pueblo de Judá es su huerto preferido. Él esperaba justicia, pero encontró ríos de sangre; esperaba rectitud, pero encontró gritos de angustia.


Así dice el Señor: ‘Practiquen el derecho y la justicia. Libren al oprimido del poder del opresor. No maltraten ni hagan violencia al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derramen sangre inocente en este lugar.


»”Tu hermana Sodoma y sus aldeas pecaron de soberbia, gula, apatía e indiferencia hacia el pobre y el indigente.


Oprime al pobre y al indigente; roba y no devuelve la prenda al deudor. Eleva plegarias a los ídolos e incurre en actos abominables;


No oprime a nadie y devuelve la prenda al deudor. No roba, da de comer al hambriento y viste al desnudo.


En cuanto a su padre, merece morir por su propio pecado, porque fue un opresor, robó a su prójimo e hizo lo malo en medio de su pueblo.


y devuelve lo que tomó en prenda y restituye lo que robó, y obedece los estatutos de vida, sin cometer ninguna iniquidad, ciertamente vivirá y no morirá.


»Prepara las cadenas porque el país se ha llenado de sangre y la ciudad está llena de violencia.


Por tanto, yo ruego a Su Majestad aceptar el consejo que le voy a dar: Renuncie usted a sus pecados y actúe con justicia; renuncie a su maldad y sea bondadoso con los oprimidos. Tal vez su prosperidad pueda continuar».


»No defraudes a tu prójimo ni lo despojes de nada. »No retengas la paga de tu jornalero hasta el día siguiente.


»No perviertas la justicia, ni te muestres parcial en favor del pobre o del rico, sino juzga a todos con justicia.


»Si entre ustedes se realizan transacciones de compraventa, no se exploten los unos a los otros.


Así dice el Señor: «Por tres pecados de Israel y por el cuarto, no anularé su castigo: Venden al justo por plata y al necesitado, por un par de sandalias.


Junto a cualquier altar se acuestan sobre ropa que tomaron en prenda, y el vino que han cobrado como multa lo beben en la casa de su dios.


«Los que acumulan en sus fortalezas el fruto de la violencia y el saqueo no saben actuar con rectitud», afirma el Señor.


Ustedes creen alejar el día de la desgracia, pero están acercando el imperio de la violencia.


¡Ay de los que piensan en el mal y aun en sus camas traman planes malvados! En cuanto amanece, los llevan a cabo porque tienen el poder en sus manos.


Ustedes odian el bien y aman el mal; a mi pueblo le arrancan la piel del cuerpo y la carne de los huesos.


En aquel día castigaré a cuantos evitan pisar el umbral, a los que llenan de violencia y engaño la casa de sus dioses.


«De modo que me acercaré a ustedes para juicio. Estaré presto a testificar contra los hechiceros, los adúlteros y los perjuros, contra los que explotan a sus jornaleros; contra los que oprimen a las viudas, a los huérfanos y niegan el derecho del extranjero, sin mostrarme ningún temor —dice el Señor de los Ejércitos—.


—El que tiene dos camisas debe compartir con el que no tiene ninguna —contestó Juan—, y el que tiene comida debe hacer lo mismo.


No niegues sus derechos al extranjero ni al huérfano; tampoco tomes en garantía el manto de la viuda.


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