Esdras 6:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022
14 Así los líderes de los judíos pudieron continuar y terminar la obra de reconstrucción, conforme a la palabra de los profetas Hageo y Zacarías, hijo de Idó. Terminaron, pues, la obra de reconstrucción, como lo había ordenado el Dios de Israel y por decreto de Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia.
14 Y los ancianos de los judíos edificaban y prosperaban, conforme a la profecía del profeta Hageo y de Zacarías hijo de Iddo. Edificaron, pues, y terminaron, por orden del Dios de Israel, y por mandato de Ciro, de Darío, y de Artajerjes rey de Persia.
14 Así que los ancianos de los judíos continuaron la obra y fueron muy animados por la predicación de los profetas Hageo y Zacarías, hijo de Iddo. Por fin el templo quedó terminado, como lo había ordenado el Dios de Israel y decretado Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia.
14 Los ancianos de los judíos prosiguieron la reconstrucción y la obra avanzó rápidamente gracias al profeta Ageo y a Zacarías hijo de Iddó; lo edificaron y lo terminaron conforme a las órdenes del Dios de Israel y a las de Ciro y Darío.
14 Y los ancianos judíos construyeron y prosperaron, conforme a la profecía del profeta Hageo y de Zacarías bar Iddo. Y terminaron la edificación conforme al mandato del Dios de Israel, y al edicto de Ciro, al de Darío, y al de Artajerjes rey de Persia.
14 Y así, los ancianos de los judíos continuaron con éxito la reconstrucción, siguiendo las profecías del profeta Ageo y de Zacarías, hijo de Idó, y terminaron la edificación por mandato del Dios de Israel y según el decreto de Ciro, de Darío y de Artajerjes, rey de Persia.
Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesúa, hijo de Josadac, junto con el resto de sus parientes, que eran sacerdotes, y con los levitas y con todos los que habían regresado del cautiverio, comenzaron la reconstrucción del templo de Dios en el mes segundo del segundo año de haber llegado a Jerusalén. A los levitas mayores de veinte años les encomendaron la tarea de supervisar las obras del templo del Señor.
Pero Zorobabel, Jesúa y los demás jefes de las familias de Israel les respondieron: —No podemos permitir que ustedes se unan a nosotros en la reconstrucción del templo de nuestro Dios. Nosotros solos nos encargaremos de reedificar el templo para el Señor, Dios de Israel, tal como lo decretó Ciro, rey de Persia.
Los profetas Hageo y Zacarías, hijo de Idó, profetizaron a los judíos que estaban en Judá y Jerusalén, en el nombre del Dios de Israel, que velaba por ellos.
Entonces Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesúa, hijo de Josadac, se dispusieron a continuar la reconstrucción del templo de Dios en Jerusalén. Y los profetas estaban con ellos ayudándolos.
En el primer año de su reinado, el rey Ciro promulgó el siguiente edicto respecto al Templo de Dios en Jerusalén: Que se echen los cimientos y se reconstruya el templo, para que en él se ofrezcan holocaustos. Tendrá sesenta codos tanto de alto como de ancho,
También he decidido que ustedes deben prestarles ayuda, sufragando los gastos de la reconstrucción del templo con los impuestos que la provincia al oeste del río Éufrates paga al tesoro real. No se tarden en pagar todos los gastos, para que no se interrumpan las obras.
Durante el reinado de Artajerjes, rey de Persia, vivió un hombre llamado Esdras, hijo de Seraías, que era descendiente en línea directa de Azarías, Jilquías,
Aunque somos esclavos, no nos has abandonado, Dios nuestro, sino que nos has extendido tu misericordia a la vista de los reyes de Persia. Nos has dado nueva vida para reedificar tu Templo y reparar sus ruinas, y nos has dado un muro de protección en Judá y en Jerusalén.
El día primero del mes sexto del segundo año del rey Darío, vino palabra del Señor por medio del profeta Hageo a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y al sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac:
»Por lo tanto, así dice el Señor: “Volveré a compadecerme de Jerusalén. Allí se reconstruirá mi Templo y se extenderá el cordel de medir sobre Jerusalén”, afirma el Señor de los Ejércitos.
«Zorobabel ha puesto los cimientos de esta casa y él mismo terminará de construirla. ¡Así sabrán que me ha enviado a ustedes el Señor de los Ejércitos!
»Así dice el Señor de los Ejércitos: “¡Cobren ánimo, ustedes, los que en estos días han escuchado las palabras de los profetas, mientras se echan los cimientos para la reconstrucción del Templo del Señor de los Ejércitos!