Efesios 4:29 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

²⁹ Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁹ Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁹ No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁹ No salga de sus bocas ni una palabra mala, sino la palabra que hacía falta y que deja algo a los oyentes.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁹ Ninguna palabra dañina salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación,° que comunique gracia a los oyentes.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁹ Que no salga de vuestra boca ni una sola palabra torpe, sino sólo la que sea buena para la edificación,según la necesidad, y sea beneficiosa para quienes la oyen.

Efesios 4:29 Referans Kwoze

Salmos 45:2

Tú eres el más apuesto de los hombres; tus labios son fuente de hermosas palabras, ya que Dios te ha bendecido para siempre.

Salmos 5:9

En sus palabras no hay sinceridad; en su interior solo hay corrupción. Su garganta es un sepulcro abierto; de su lengua salen engaños.

Salmos 52:2

Tu lengua, como navaja afilada, trama destrucción y practica el engaño.

Salmos 71:24

Todo el día repetirá mi lengua la historia de tus justas acciones, pues quienes buscaban mi mal han quedado confundidos y avergonzados.

Proverbios 12:13

En el pecado de sus labios se enreda el malvado, pero el justo sale del aprieto.

Proverbios 15:23

Es muy grato dar la respuesta adecuada y, cuando es oportuna, aún es más grato.

Proverbios 15:7

Los labios de los sabios esparcen conocimiento; el corazón de los necios ni piensa en ello.

Proverbios 16:21

Al sabio de corazón se le llama inteligente; las palabras gratas promueven el saber.

Eclesiastés 10:12

Las palabras del sabio son placenteras, pero los labios del necio son su ruina;

Isaías 50:4

Mi Señor y Dios me ha concedido tener una lengua instruida, para sostener con mi palabra al fatigado. Todas las mañanas me despierta, y también me despierta el oído, para que escuche como los discípulos.

Mateo 5:16

Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben a su Padre que está en los cielos.

Lucas 4:22

Todos dieron su aprobación, impresionados por las hermosas palabras que salían de su boca. «¿No es este el hijo de José?», se preguntaban.

Juan 1:37

Cuando los dos discípulos lo oyeron decir esto, siguieron a Jesús.

Romanos 14:19

Por lo tanto, esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación.

Romanos 15:2

Cada uno debe agradar al prójimo para su bien con el fin de edificarlo.

1 Corintios 14:19

Sin embargo, en la iglesia prefiero emplear cinco palabras comprensibles y que me sirvan para instruir a los demás que diez mil palabras en lenguas.

Efesios 4:12

a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo.

Efesios 4:16

Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro.

Colosenses 4:6

Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno.

1 Tesalonicenses 5:11

Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo.

1 Pedro 2:12

Mantengan entre los incrédulos una conducta tan ejemplar que, aunque los acusen de hacer el mal, ellos observen las buenas obras de ustedes y glorifiquen a Dios en el día de su visitación.

1 Pedro 3:1

Así mismo, esposas, sométanse a sus esposos de modo que, si algunos de ellos no creen en la palabra, puedan ser ganados más por el comportamiento de ustedes que por sus palabras,

2 Pedro 2:18

Pronunciando discursos arrogantes y sin sentido, seducen con los deseos naturales desenfrenados a quienes apenas comienzan a apartarse de los que viven en el error.