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Deuteronomio 8:18 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

18 Recuerda al Señor tu Dios, porque es él quien te da el poder para producir esa riqueza; así ha confirmado hoy su pacto que bajo juramento hizo con tus antepasados.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Acuérdate del Señor tu Dios. Él es quien te da las fuerzas para obtener riquezas, a fin de cumplir el pacto que les confirmó a tus antepasados mediante un juramento.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Más bien acuérdate de Yavé, tu Dios, que te dio fuerzas para conseguir este bienestar, cumpliendo así la alianza que bajo juramento prometió a tus padres, como en este día sucede.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Antes bien, recordarás a YHVH tu Dios, pues Él es quien te da fuerza para hacer riqueza, a fin de confirmar el pacto que juró a tus padres, como se ve en este día.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Acuérdate de Yahveh, tu Dios, que fue quien te dio fuerza para procurarte riqueza, a fin de establecer la alianza que bajo juramento prometió a tus padres, como en el presente se ve.

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Deuteronomio 8:18
19 Referans Kwoze  

doscientas cabras, veinte chivos, doscientas ovejas, veinte carneros,


De ti proceden la riqueza y el honor; tú lo gobiernas todo. En tus manos están la fuerza y el poder; y eres tú quien engrandece y fortalece a todos.


Amasías preguntó al hombre de Dios: —¿Qué va a pasar con los cien talentos de plata que pagué al ejército de Israel? —El Señor puede darle a usted mucho más que eso —respondió.


Bendito sea el Señor, mi Roca, que adiestra mis manos para la guerra, mis dedos para la batalla.


Porque no fue su espada la que conquistó la tierra ni fue su brazo el que les dio la victoria: fue tu brazo, tu mano derecha; fue la luz de tu rostro, porque tú los amabas.


La bendición del Señor trae riquezas que no vienen acompañadas de tristezas.


Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes de que lleguen los días malos y vengan los años en que digas: «No encuentro en ellos placer alguno»;


Me fijé de nuevo que bajo el sol la carrera no la ganan los más veloces ni ganan la batalla los más valientes; tampoco los sabios tienen qué comer ni los inteligentes abundan en dinero, ni los instruidos gozan de simpatía; sino que a todos les llegan buenos y malos tiempos.


Con los sueños que se cuentan unos a otros pretenden hacer que mi pueblo se olvide de mi nombre, como sus antepasados se olvidaron de mi nombre por el de Baal.


Ella no ha reconocido que fui yo quien le dio el grano, el vino nuevo y el aceite. Yo le había multiplicado la plata y el oro, que ella usó para Baal.


Por eso ahora traigo las primicias de la tierra que tú, Señor, me has dado». Acto seguido, pondrás la canasta delante del Señor tu Dios y te postrarás ante él.


con casas llenas de toda clase de bienes que tú no acumulaste, con cisternas que no cavaste, y con viñas y olivares que no plantaste. Cuando comas de ellas y te sacies,


Si prestas atención a estas leyes, las cumples y las obedeces, entonces el Señor tu Dios cumplirá el pacto que bajo juramento hizo con tus antepasados, y te mostrará su amor fiel.


El Señor te ama y quería cumplir su juramento a tus antepasados; por eso te rescató de la esclavitud, del poder del faraón, el rey de Egipto, y te sacó con gran despliegue de fuerza.


Cumple fielmente todos los mandamientos que hoy te mando para que vivas, te multipliques y tomes posesión de la tierra que el Señor juró a tus antepasados.


Los israelitas hicieron lo malo ante los ojos del Señor; se olvidaron del Señor su Dios y adoraron a las imágenes de Baal y de Aserá.


El Señor dijo a Gedeón: «Tienes demasiada gente para que yo entregue a Madián en sus manos. A fin de que Israel no vaya a jactarse contra mí y diga que su propia fortaleza lo ha librado,


El Señor nos da la riqueza y la pobreza; nos humilla, pero también nos enaltece.


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