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Deuteronomio 4:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

9 Pero ¡tengan cuidado! Presten atención y no olviden las cosas que han visto sus ojos ni las aparten de sus corazones mientras vivan. Cuéntenselas a sus hijos y a sus nietos.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 »¡Pero cuidado! Asegúrate de nunca olvidar lo que viste con tus propios ojos. ¡No dejes que esas experiencias se te borren de la mente mientras vivas! Y asegúrate de transmitirlas a tus hijos y a tus nietos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Pero ¡fíjate bien! Ten mucho cuidado de no olvidarte de estas cosas que tus ojos han visto. Guárdalas en tu interior todos los días de tu vida, y repíteselas a tus hijos y a tus nietos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Por tanto, guárdate a ti mismo, y guarda mucho tu alma. No olvides las cosas que vieron tus ojos, ni se aparten de tu corazón en todos los días de tu vida. Las enseñarás a tus hijos y a los hijos de tus hijos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Por tanto, guárdate y cuídate mucho de no olvidar las cosas que han visto tus ojos, ni dejes que se aparten de tu corazón en todos los días de tu vida y se las enseñarás a tus hijos y a los hijos de tus hijos.

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Deuteronomio 4:9
47 Referans Kwoze  

Yo lo he elegido para que instruya a sus hijos y a su familia, a fin de que se mantengan en el camino del Señor y pongan en práctica lo que es justo y recto. Así el Señor cumplirá lo que ha prometido».


En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti.


Aun cuando sea yo anciano y peine canas, no me abandones, oh Dios, hasta que anuncie tu poder a la generación venidera, y dé a conocer tus proezas a los que aún no han nacido.


Lo hice para que puedas contarles a tus hijos y a tus nietos la dureza con que traté a los egipcios, y las señales que realicé entre ellos. Así sabrán que yo soy el Señor».


»Cumplan con todo lo que he ordenado. »No invoquen los nombres de otros dioses. Jamás los pronuncien.


Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no abandones las enseñanzas de tu madre.


Dame, hijo mío, tu atención y no pierdas de vista mi ejemplo.


Hijo mío, conserva el buen juicio; no pierdas de vista la discreción.


Hijo mío, guarda mis palabras y atesora mis mandamientos.


Los que viven y solo los que viven, son los que te alaban, como hoy te alabo yo. Los padres hablarán a sus hijos de tu fidelidad.


Tú has visto muchas cosas, pero no las has captado; tienes abiertos los oídos, pero no oyes nada».


Así dice el Señor: ‘Cuídense bien de no llevar ninguna carga en día sábado y de no meterla por las puertas de Jerusalén.


Por lo tanto, pongan mucha atención. Al que tiene se le dará más; al que no tiene hasta lo que cree tener se le quitará».


Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor.


Enséñenselas a sus hijos y háblenles de ellas cuando estén en su casa y cuando vayan por el camino, cuando se acuesten y cuando se levanten;


Estos son los estatutos y las leyes que tendrán cuidado de poner en práctica mientras vivan en la tierra que el Señor y Dios de sus antepasados les ha dado en posesión:


No comerás la Pascua con pan leudado, sino que durante siete días comerás pan sin levadura, pan de aflicción, pues de Egipto saliste de prisa. Lo harás así para que toda tu vida te acuerdes del día en que saliste de Egipto.


Esta copia la tendrá siempre a su alcance y la leerá todos los días de su vida. Así aprenderá a temer al Señor su Dios, cumplirá fielmente todas las palabras de esta ley y sus estatutos,


Lo secreto pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley.


»Escriban, pues, este cántico y enséñenselo al pueblo para que lo cante y sirva también de testimonio contra ellos.


«Guarden en su corazón todo lo que les he declarado solemnemente este día, y digan a sus hijos que obedezcan fielmente todas las palabras de esta ley.


El día que ustedes estuvieron ante el Señor su Dios en Horeb, él me dijo: «Convoca al pueblo para que se presente ante mí y oiga mis palabras, para que aprenda a temerme todo el tiempo que viva en la tierra y para que enseñe esto mismo a sus hijos».


El día que el Señor habló en Horeb, en medio del fuego, ustedes no vieron ninguna figura. Por lo tanto, tengan mucho cuidado


Tengan, pues, cuidado de no olvidar el pacto que el Señor su Dios ha hecho con ustedes. No se fabriquen imágenes de ninguna figura que el Señor su Dios les haya prohibido,


cuídate de no olvidarte del Señor, que te sacó de Egipto, la tierra donde eras esclavo.


De esta manera, durante toda la vida, tú, tus hijos y tus nietos temerán al Señor tu Dios, cumpliendo todos los estatutos y mandamientos que te doy; así disfrutarán de larga vida.


En el futuro, cuando tu hijo te pregunte: «¿Qué significan los mandatos, estatutos y leyes que el Señor nuestro Dios nos mandó?»,


Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.


Pero ten cuidado de no olvidar al Señor tu Dios. No dejes de cumplir sus mandamientos, leyes y estatutos que yo te encargo hoy.


no te vuelvas orgulloso ni olvides al Señor tu Dios, quien te sacó de Egipto, el país donde eras esclavo.


Por eso es necesario que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea que perdamos el rumbo.


¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? Esta salvación fue anunciada primeramente por el Señor y los que la oyeron nos la confirmaron.


Ya lo ves: su fe y sus obras actuaban conjuntamente y su fe llegó a la perfección por las obras que hizo.


Cualquiera que se rebele contra tus palabras o que no obedezca lo que tú ordenes será condenado a muerte. Pero tú, ¡sé fuerte y valiente!


Hagan, pues, todo lo que está de su parte para amar al Señor su Dios.


y se dirigió a los israelitas: «En el futuro, cuando sus hijos les pregunten: “¿Por qué están estas piedras aquí?”,


Así que recuerda lo que has recibido y oído; obedécelo y arrepiéntete. Si no te mantienes despierto, cuando menos lo esperes caeré sobre ti como un ladrón.


Los israelitas hicieron lo malo ante los ojos del Señor; se olvidaron del Señor su Dios y adoraron a las imágenes de Baal y de Aserá.


y se olvidaron del Señor su Dios, que los había rescatado del poder de todos los enemigos que los rodeaban.


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