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Deuteronomio 4:24 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

24 porque el Señor su Dios es fuego consumidor y Dios celoso.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

24 Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 El Señor su Dios es un fuego devorador; él es Dios celoso.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Sepas que Yavé, tu Dios, es un fuego devorador, un Dios celoso.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Porque YHVH tu Dios es fuego consumidor,° Él es Dios celoso.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Porque Yahveh, tu Dios, es fuego devorador, Dios celoso.

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Deuteronomio 4:24
28 Referans Kwoze  

a tal grado que el Señor, en su ira, los echó de su presencia. Todo esto sucedió en Jerusalén y en Judá. Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.


Cuando tú, Señor, te manifiestes, los convertirás en un horno encendido. En su ira los devorará el Señor; un fuego los consumirá.


Lo irritaron con sus altares paganos; con sus imágenes despertaron sus celos.


Fue tan grande tu victoria que derribaste a tus oponentes; diste rienda suelta a tu ardiente ira y fueron consumidos como rastrojo.


No te postres delante de ellos ni los adores. Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación.


A los ojos de los israelitas, la gloria del Señor en la cumbre del monte parecía un fuego consumidor.


Ve a la tierra donde abundan la leche y la miel. Yo no los acompañaré, porque ustedes son un pueblo terco, y podría yo destruirlos en el camino».


No adores a otros dioses, porque el Señor es muy celoso. Su nombre es Dios celoso.


La Luz de Israel se convertirá en fuego; su Santo se volverá una llama. En un solo día quemará sus espinos y consumirá sus zarzas.


¡Miren! El nombre del Señor viene de lejos, con ardiente ira y densa humareda. Sus labios están llenos de furor; su lengua es como un fuego consumidor.


Porque Tofet está preparada desde hace tiempo; está dispuesta incluso para el rey. Se ha hecho una pira de fuego profunda y ancha, con abundancia de fuego y leña; el soplo del Señor la encenderá como un torrente de azufre ardiente.


Los pecadores están aterrados en Sión; el temblor atrapa a los impíos: «¿Quién de nosotros puede habitar en el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros puede habitar en la hoguera eterna?».


»Yo soy el Señor; ¡ese es mi nombre! No entrego a otros mi gloria ni mi alabanza a los ídolos.


¡Busquen al Señor y vivirán!, no sea que él caiga como fuego sobre los descendientes de José, fuego que devore a Betel sin que haya quien lo apague.


El Señor es un Dios celoso y vengador. Señor de la venganza, Señor de la ira. El Señor se venga de sus adversarios; es implacable con sus enemigos.


¿Quién podrá resistir su indignación? ¿Quién podrá soportar el ardor de su ira? Su furor se derrama como fuego; ante él se resquebrajan las rocas.


No los podrán librar ni su plata ni su oro en el día de la ira del Señor. »En el fuego de su celo será toda la tierra consumida; en un instante reducirá a la nada a todos los habitantes de la tierra».


Espérenme, por tanto, hasta el día que me levante a buscar el botín», afirma el Señor, «porque he decidido reunir a las naciones y juntar a los reinos para derramar sobre ellos mi indignación, toda mi ardiente ira. En el fuego de mi celo toda la tierra será consumida.


«Finés, hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón, ha hecho que mi ira se aparte de los israelitas, pues ha actuado con el mismo celo que yo habría tenido por mi honor. Por eso no destruí a los israelitas con el furor de mi celo.


¿O vamos a provocar celos al Señor? ¿Somos acaso más fuertes que él?


El Señor no querrá perdonarlo, sino que su ira y su celo arderán contra ese hombre. Todas las maldiciones escritas en este libro caerán sobre él, y el Señor hará que desaparezca hasta el último de sus descendientes.


Lo provocó a celos con dioses extraños y lo hizo enojar con sus ídolos detestables.


No te postres delante de ellos ni los adores. Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación.


pues el Señor tu Dios está contigo y es un Dios celoso; no vaya a ser que su ira se encienda contra ti y te borre de la faz de la tierra.


Pero tú, entiende bien hoy que el Señor tu Dios avanzará al frente de ti, y que los destruirá como fuego consumidor y los someterá a tu poder. Tú los expulsarás y los aniquilarás enseguida, tal como el Señor te lo ha prometido.


porque nuestro «Dios es fuego consumidor».


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