Deuteronomio 32:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

⁹ Porque la porción del Señor es su pueblo; Jacob es su herencia asignada.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁹ Porque la porción de Jehová es su pueblo; Jacob la heredad que le tocó.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁹ »Pues el pueblo de Israel pertenece al Señor; Jacob es su posesión más preciada.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁹ Pero la parte de Yavé fue su pueblo, Jacob fue su propio dominio.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁹ Porque la porción de YHVH es su pueblo, Jacob es el cordel° de su heredad.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁹ la parte de Yahveh fue su pueblo, Jacob, la porción de su heredad.

Deuteronomio 32:9 Referans Kwoze

2 Samuel 14:16

librándonos a mí y a mi hijo de quien quiere eliminarnos, para quedarse con la heredad que Dios nos ha dado”.

2 Samuel 20:19

Nuestra ciudad es la más pacífica y fiel del país, y muy importante en Israel; usted, sin embargo, intenta arrasarla. ¿Por qué quiere destruir la heredad del Señor?

1 Reyes 8:51

pues Israel es tu pueblo y tu heredad; ¡tú lo sacaste de aquel horno donde se funde el hierro que es Egipto!

1 Reyes 8:53

Tú los apartaste de todas las naciones del mundo para que fueran tu heredad. Así lo manifestaste por medio de tu siervo Moisés cuando tú, Señor y Dios, sacaste de Egipto a nuestros antepasados».

Salmos 106:40

La ira del Señor se encendió contra su pueblo; su heredad le resultó aborrecible.

Salmos 106:5

para que yo pueda disfrutar del bienestar de tus escogidos, participar de la alegría de tu pueblo y expresar mis alabanzas con tu heredad.

Salmos 135:4

El Señor escogió a Jacob como suyo, a Israel como su propiedad exclusiva.

Salmos 28:9

Salva a tu pueblo, bendice a tu heredad y, cual pastor, guíalos por siempre.

Salmos 33:12

Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que escogió por su heredad.

Salmos 74:2

Acuérdate del pueblo que adquiriste desde tiempos antiguos, de la tribu que redimiste para que fuera tu posesión. Acuérdate de este monte Sión, que es donde tú habitas.

Salmos 78:71

y lo quitó de andar arreando los rebaños para que fuera el pastor de Jacob, su pueblo; el pastor de Israel, su herencia.

Éxodo 15:16

pues caerá sobre ellos pavor y espanto. Por tu gran poder, Señor, quedarán mudos como piedras hasta que haya pasado tu pueblo, el pueblo que adquiriste para ti.

Éxodo 34:9

Y dijo: —Señor, si realmente cuento con tu favor, ven y quédate entre nosotros. Reconozco que este es un pueblo terco, pero perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y adóptanos como tu herencia.

Isaías 19:25

El Señor de los Ejércitos los bendecirá, diciendo: «Bendito sea Egipto, mi pueblo, y Asiria, obra de mis manos, e Israel, mi heredad».

Isaías 34:17

Él les ha asignado sus lugares; su mano les señaló su territorio. Ellos los poseerán para siempre y morarán allí por todas las generaciones.

Isaías 43:21

al pueblo que formé para mí mismo, para que proclame mi alabanza.

Jeremías 10:16

La porción de Jacob no es como aquellos, porque él es quien hizo todas las cosas, incluso Israel, el pueblo de su heredad. Su nombre es el Señor de los Ejércitos.

Jeremías 2:7

Yo los traje a una tierra fértil, para que comieran de sus buenos frutos. Pero ustedes vinieron y contaminaron mi tierra; hicieron de mi heredad algo abominable.

Jeremías 51:19

La porción de Jacob no es como aquellos, porque él es el Creador de todas las cosas, incluso el pueblo de su heredad. Su nombre es el Señor de los Ejércitos.

Miqueas 2:5

Por eso no tendrán en la asamblea del Señor a nadie que reparta la tierra.

Zacarías 2:12

El Señor tomará posesión de Judá, su porción en tierra santa y de nuevo escogerá a Jerusalén.

Efesios 1:18

Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre pueblo santo,

Deuteronomio 9:29

Después de todo, ellos son tu propia heredad; son el pueblo que sacaste con gran despliegue de fuerza y de poder».

Josué 24:17

El Señor nuestro Dios es quien nos sacó a nosotros y a nuestros antepasados del país de Egipto, tierra de servidumbre. Él fue quien hizo aquellas grandes señales ante nuestros ojos. Nos protegió durante todo nuestro peregrinaje por el desierto y cuando pasamos entre tantas naciones.

1 Samuel 10:1

Entonces Samuel tomó un frasco de aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl. Luego lo besó y dijo: —¡Es el Señor quien te ha ungido para que gobiernes a su pueblo!