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Deuteronomio 32:43 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

43 Alégrense, naciones, con el pueblo de Dios; él vengará la sangre de sus siervos. ¡Sí! Dios se vengará de sus enemigos, y perdonará a su tierra y a su pueblo.

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Biblia Reina Valera 1960

43 Alabad, naciones, a su pueblo, Porque él vengará la sangre de sus siervos, Y tomará venganza de sus enemigos, Y hará expiación por la tierra de su pueblo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

43 »Alégrense con él, oh cielos, y que lo adoren todos los ángeles de Dios. Alégrense con su pueblo, oh gentiles, y que todos los ángeles se fortalezcan en él. Pues él vengará la sangre de sus hijos; cobrará venganza de sus enemigos. Dará su merecido a los que lo odian y limpiará la tierra de su pueblo».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

43 ¡Que los cielos festejen a su pueblo! ¡Hijos de Dios, póstrense ante él! Porque él venga la sangre de sus siervos y devuelve la venganza a sus adversarios, mientras purifica la tierra de su pueblo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

43 Exaltad, naciones, a su pueblo,° Porque Él vengará la sangre de sus siervos,° Retribuirá la venganza a sus adversarios, Y expiará la sangre manante de su pueblo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

43 Naciones, aclamadlo a una con su pueblo, porque Dios vengará la sangre de sus siervos; tomará venganza de sus adversarios y hará la expiación por su tierra y su pueblo.'

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Deuteronomio 32:43
40 Referans Kwoze  

Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; ¡por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!».


óyelo tú desde el cielo, donde habitas, y concédele cualquier petición que te haga. Así todos los pueblos de la tierra conocerán tu nombre y, al igual que tu pueblo Israel, tendrán temor de ti y comprenderán que este templo que he construido lleva tu Nombre.


Destruirás a la familia de Acab, tu señor, y así me vengaré de la sangre de mis siervos los profetas; castigando a Jezabel, vengaré la sangre de todos mis siervos.


¿Por qué no me das la cara? ¿Por qué me tienes por enemigo?


Se acordarán del Señor y se volverán a él todos los confines de la tierra; ante él se postrarán todas las familias de las naciones,


Se alegrará el justo al ver la venganza, al empapar sus pies en la sangre del malvado.


Cuando nuestras iniquidades y nuestros delitos nos abrumaban, tú los perdonaste.


¿Por qué van a decir las naciones: «Dónde está su Dios»? Permítenos ver y muéstrales a los pueblos paganos cómo tomas venganza de la sangre de tus siervos.


Oh Dios y Salvador nuestro, por la gloria de tu nombre, ayúdanos; por la gloria de tu nombre, líbranos y perdona nuestros pecados.


Señor, tú has sido bondadoso con esta tierra tuya al restaurar a Jacob;


depusiste por completo tu furor y contuviste el ardor de tu ira.


Por eso, afirma el Señor, el Señor de los Ejércitos, el Poderoso de Israel: «Me desquitaré de mis adversarios, me vengaré de mis enemigos.


Volveré mi mano contra ti, limpiaré tus escorias con lejía y quitaré todas tus impurezas.


En aquel día se alzará la raíz de Isaí como bandera de los pueblos; hacia él correrán las naciones, y glorioso será el lugar donde repose.


En aquel día habrá un camino desde Egipto hasta Asiria. Los asirios irán a Egipto y los egipcios a Asiria, y unos y otros adorarán juntos.


El Señor de los Ejércitos los bendecirá, diciendo: «Bendito sea Egipto, mi pueblo, y Asiria, obra de mis manos, e Israel, mi heredad».


Como si fuera una nube he borrado tus transgresiones y tus pecados, como la bruma de la mañana. Vuelve a mí, que te he redimido».


Te llenarás con caravanas de camellos, con dromedarios de Madián y de Efá. Vendrán todos los de Sabá, cargando oro e incienso y proclamando las alabanzas del Señor.


«Mas alégrense con Jerusalén y regocíjense por ella, todos los que la aman; salten con ella de alegría todos los que por ella se conduelen.


Haré que se despedacen unos a otros, padres e hijos por igual. No les tendré piedad ni lástima, sino que los destruiré sin compasión”», afirma el Señor.


Por eso, así dice el Señor: «¡Mira! Voy a defender tu causa y llevaré a cabo tu venganza; voy a secar el agua de su mar y dejaré secos sus manantiales.


El Señor se porta como enemigo: ha devorado a Israel. Ha devorado todos sus palacios y destruido sus baluartes. Ha multiplicado el luto y los lamentos por la hija de Judá.


Cuando yo te perdone por todo lo que has hecho, tú te acordarás de tu maldad, te avergonzarás y en tu humillación no volverás a jactarte, afirma el Señor y Dios”».


Por medio de mi pueblo Israel me vengaré de Edom. Mi pueblo hará con Edom lo que dicten mi ira y mi furor. Así conocerán lo que es mi venganza, afirma el Señor y Dios».


Pero en cuanto a esos enemigos míos que no me querían por rey, tráiganlos acá y mátenlos delante de mí”».


luz que ilumina a las naciones y gloria de tu pueblo Israel».


No tomen venganza, queridos hermanos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor.


Mía es la venganza; yo pagaré. A su debido tiempo, su pie resbalará. Se apresura su desastre, y el día del juicio se avecina».


Vi también un mar como de vidrio mezclado con fuego. De pie, a la orilla del mar, estaban los que habían vencido a la bestia, a su imagen y al número de su nombre. Tenían las arpas que Dios les había dado


¿Quién no te temerá, oh Señor? ¿Quién no glorificará tu nombre? Solo tú eres santo. Todas las naciones vendrán y te adorarán, porque han salido a la luz las obras de tu justicia».


Gritó a gran voz: «¡Ha caído! ¡Ha caído la gran Babilonia! Se ha convertido en morada de demonios y en guarida de todo espíritu maligno, en nido de toda ave impura y de todo animal detestable.


»¡Alégrate, oh cielo, por lo que le ha sucedido! ¡Alégrense también ustedes, creyentes, apóstoles y profetas!, porque Dios, al juzgarla, les ha hecho justicia».


pues sus juicios son verdaderos y justos: ha condenado a la gran prostituta que con sus adulterios corrompía la tierra; ha vindicado la sangre de los siervos de Dios derramada por ella».


Gritaban a gran voz: «¿Hasta cuándo, soberano Señor, santo y veraz, seguirás sin juzgar a los habitantes de la tierra y sin vengar nuestra muerte?».


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