Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Deuteronomio 32:39 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

39 »¡Vean ahora que yo soy único! No hay otro dios fuera de mí. Yo doy la muerte y devuelvo la vida, causo heridas y doy sanidad. Nadie puede librarse de mi mano.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

39 Ved ahora que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y yo hago vivir; Yo hiero, y yo sano; Y no hay quien pueda librar de mi mano.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

39 ¡Miren ahora, yo mismo soy Dios! ¡No hay otro dios aparte de mí! Yo soy el que mata y el que da vida; soy el que hiere y el que sana. ¡Nadie puede ser librado de mi mano poderosa!

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

39 Vean ahora que Yo, sólo Yo soy, y que no hay más Dios que yo. Yo doy la muerte y la vida, yo hiero, y soy yo mismo el que sano, y no hay quién se libre de mi mano.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

39 Pero ahora mirad: Yo soy Yo, Y no hay Dios fuera de mí: Yo hago morir y Yo hago vivir: Yo hiero y Yo sano, Y no hay quien libre de mi mano.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

39 Ved, pues, ahora que yo, yo soy, y que no hay otro dios a mi lado. Yo doy muerte y doy vida, yo hiero y yo curo, no hay quien libre de mi mano.

Gade chapit la Kopi




Deuteronomio 32:39
41 Referans Kwoze  

«Regresa y dile a Ezequías, gobernante de mi pueblo, que así dice el Señor, Dios de su antepasado David: “He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a sanarte y, en tres días, podrás subir al Templo del Señor.


Al leer la carta, el rey de Israel se rasgó las vestiduras y exclamó: «¿Y acaso soy Dios, capaz de dar vida o muerte, para que este hombre me pida sanar a uno con su piel enferma? ¡Fíjense bien que me está buscando pleito!».


¡Solo tú eres el Señor! Tú has hecho los cielos, los cielos de los cielos y todo lo que hay en ellos. Tú hiciste la tierra y el mar con todo lo que en ellos hay. Tú das vida a todo lo creado. ¡Por eso te adora todo lo que hay en los cielos!


»Pero una cosa guardaste en tu corazón, y sé muy bien que la tuviste en mente:


¡Tú bien sabes que no soy culpable y que de tus manos no tengo escapatoria!


Porque él hiere, pero venda la herida; golpea, pero sana con sus manos.


Pero tú eres siempre el mismo y tus años no tienen fin.


Los hijos de tus siervos se establecerán y sus descendientes habitarán en tu presencia».


Pues ¿quién es Dios sino el Señor? ¿Quién es la Roca sino nuestro Dios?


»Ustedes que se olvidan de Dios, consideren lo que he dicho; de lo contrario, los haré pedazos, y no habrá nadie que los salve.


Anúnciame gozo y alegría; infunde gozo en estos huesos que has quebrantado.


Nuestro Dios es un Dios que salva; el Señor Soberano nos libra de la muerte.


Porque tú eres grande y haces maravillas; ¡solo tú eres Dios!


Les dijo: «Yo soy el Señor su Dios. Si escuchan mi voz y hacen lo que yo considero justo, y si cumplen mis mandamientos y estatutos, no traeré sobre ustedes ninguna de las enfermedades que traje sobre los egipcios. Yo soy el Señor que les devuelve la salud».


—¡Llévatela otra vez al pecho! —insistió el Señor. Moisés se llevó de nuevo la mano al pecho y, cuando la sacó, la tenía tan sana como el resto de su cuerpo.


tiempo para matar y tiempo para sanar; tiempo para destruir y tiempo para construir;


El Señor herirá a los egipcios con una plaga y, aun hiriéndolos, los sanará. Ellos se volverán al Señor, y él responderá a sus ruegos y los sanará.


Cuando el Señor ponga una venda en la fractura de su pueblo y sane las heridas que le causó, brillará la luna como el sol, y será la luz del sol siete veces más intensa, como la luz de siete días enteros.


¿Quién realizó esto? ¿Quién lo hizo posible? ¿Quién llamó a las generaciones desde el principio? Yo, el Señor, estoy con los primeros y estaré con los últimos».


«Ustedes son mis testigos», afirma el Señor, «y mi siervo a quien he escogido, para que me conozcan y crean en mí, y entiendan que yo soy. Antes de mí no hubo ningún otro dios ni habrá ninguno después de mí.


Yo he anunciado, salvado y proclamado; yo entre ustedes y no un dios extraño. Ustedes son mis testigos de que yo soy Dios», afirma el Señor.


«Desde los tiempos antiguos, yo soy. No hay quien pueda librar de mi mano. Lo que yo hago, nadie puede desbaratarlo».


Porque así dice el Señor, el que creó los cielos; el Dios que formó la tierra, que la hizo y la estableció; que no la creó para dejarla vacía, sino que la formó para ser habitada: «Yo soy el Señor y no hay ningún otro.


»Vuelvan a mí y sean salvos, todos los confines de la tierra, porque yo soy Dios y no hay ningún otro.


Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí no hay ningún Dios. Aunque tú no me conoces, te fortaleceré,


Aun en la vejez, cuando ya peinen canas, yo seré el mismo, yo los sostendré. Yo los hice y cuidaré de ustedes; los sostendré y los libraré.


»Escúchame, Jacob, Israel, a quien he llamado: Yo soy Dios. Yo soy el Primero y el Último.


Por eso, profetiza y adviérteles que así dice el Señor y Dios: “Pueblo mío, abriré tus tumbas, te sacaré de ellas y te haré regresar a la tierra de Israel.


Entonces me dijo: «Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos?». Y yo contesté: «Señor y Dios, tú lo sabes».


Yo seré como un león para Efraín y como un gran león para el pueblo de Judá. Yo mismo los haré pedazos y luego me alejaré; yo mismo me llevaré la presa y no habrá quien me la arrebate.


¡Vengan, volvámonos al Señor! Él nos ha despedazado, pero nos sanará; nos ha herido, pero nos vendará.


El remanente de Jacob será, entre las naciones, en medio de muchos pueblos, como un león entre los animales del bosque, como un leoncillo entre las ovejas del rebaño, que al pasar las pisotea y las desgarra sin que nadie pueda rescatarlas.


Por eso les he dicho que morirán en sus pecados, pues, si no creen que yo soy el que afirmo ser, en sus pecados morirán.


Solo el Señor lo guiaba; ningún dios extraño iba con él.


A ustedes se les ha mostrado todo esto para que sepan que el Señor es Dios y que no hay otro fuera de él.


Por tanto, reconoce que el Señor tu Dios es el único Dios, el Dios fiel, que cumple su pacto por mil generaciones y muestra su fiel amor a quienes lo aman y obedecen sus mandamientos,


los doblarás como un manto y cambiarán como ropa que se muda. Pero tú eres siempre el mismo y tus años no tienen fin».


que decía: «Escribe en un libro lo que veas y envíalo a las siete iglesias: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea».


»Escribe al ángel de la iglesia de Esmirna: »Esto dice el Primero y el Último, el que murió y volvió a vivir:


»Del Señor vienen la muerte y la vida; a unos hace bajar al sepulcro y a otros los levanta.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite