Deuteronomio 2:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

²¹ Eran fuertes, numerosos y tan altos como los anaquitas, pero el Señor los destruyó por medio de los amonitas, quienes luego de desalojarlos se establecieron en su lugar.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²¹ pueblo grande y numeroso, y alto, como los hijos de Anac; a los cuales Jehová destruyó delante de los amonitas. Estos sucedieron a aquellos, y habitaron en su lugar,

Biblia Nueva Traducción Viviente

²¹ También eran fuertes, altos y numerosos como los anaceos. Pero el Señor destruyó a los refaítas para que los amonitas se apoderaran de la tierra de ellos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²¹ pueblo grande, numeroso y de altura descomunal, a semejanza de los enaceos. Yavé los exterminó por mano de los amonitas e hizo que éstos poblaran la tierra en su lugar.

La Biblia Textual 3a Edicion

²¹ pueblo grande y numeroso, alto como los anaceos, que YHVH destruyó delante de ellos,° quienes los desposeyeron y habitaron en su lugar,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²¹ pueblo grande, numeroso y de elevada estatura, como los anaquitas; pero Yahvé los exterminó ante ellos, los desalojaron y se establecieron en su lugar.

Deuteronomio 2:21 Referans Kwoze

Deuteronomio 1:28

¿A dónde iremos? Nuestros hermanos nos han llenado de miedo, pues nos informan que la gente de allá es más fuerte y más alta que nosotros, y que las ciudades son grandes y tienen muros que llegan hasta el cielo. ¡Para colmo, nos dicen que allí vieron anaquitas!».

Deuteronomio 2:20

(Hace mucho tiempo, esta región se consideró tierra de refaítas, porque antiguamente ellos vivían allí. Los amonitas los llamaban zamzumitas.

Deuteronomio 2:22

Lo mismo hizo el Señor en favor de los descendientes de Esaú, que vivían en Seír, cuando por medio de ellos destruyó a los horeos. A estos los desalojó para que los descendientes de Esaú se establecieran en su lugar, y hasta el día de hoy residen allí.

Deuteronomio 3:11

Por cierto, el rey Og de Basán fue el último de los refaítas. Su cama era de hierro y medía nueve codos de largo y cuatro codos de ancho. Todavía está en Rabá de los amonitas.

Jueces 11:24

¿Acaso no consideras tuyo lo que tu dios Quemós te da? Pues también nosotros consideramos nuestro lo que el Señor nuestro Dios nos ha dado.